Nadie Como Nosotros.

Capitulo 47: "Bienvenido Matthew William Bomer".

Caminaba de un lado a otro sin saber que hacer, nadie salía para darme alguna noticia de Keira y mi hijo eso me estaba matando lentamente, decido sentarme con las manos en la cabeza preso del pánico, si algo les llegara a pasar no se que seria de mi, ellos son los mas importantes en mi vida no quiero que les pase nada, nunca me lo perdonaría.
Alguien se sienta a mi lado pero no tengo ánimos de hablas con nadie.

– Matt, también estoy asustada y preocupada como tu pero tengo fe que Keira saldrá bien y tu hijo también lo hará- Dice Amber colocando su brazo alrededor de mis hombros.

– Solo quiero que alguien me diga que sucede, tienen una hora allí adentro necesito saber que están bien, me moriría si algo les pasa.

– Todo estará bien, Matt. Solo hay que rezar- Levanto la cabeza para mirarla tiene los ojos rojos e hinchados por llorar, miro alrededor mis padres y Tobías están hablando en voz baja pero se ve e igual de preocupados.

La espera se ha sido eterna si tan solo nos dan noticia de lo que pasa, creo que estoy a punto de volverme loco de la desesperación, no puedo aguantar mas así que me pongo de pie decidido a entrar de nuevo en la habitación, pero alguien me detiene.

– Matt, espera- Se trata de Tobías quien me agarra del brazo.

– Suéltame, Tobías. Necesito saber que sucede mi mujer y mi hijo no puedo seguir esperando.

– No es momento para volverse loco. Matt entiendo tu angustia pero tienes que calmarte.

– Calmarme una mierda- Le grito retiro su mano de mi brazo- Estoy cansado de esperar.

– Por favor señores hagan silencio, están en un hospital- Dice una de las enfermeras.

Cuando me disponía entrar de nuevo a la habitación, el doctor Ferguson salió parecía exhausto, todos nos agrupamos alrededor de él esperando ansiosamente una respuesta de Keira y mi hijo.

– ¿Están bien?- Le pregunto angustiado - Por favor hable una vez.

– Es mejor que entre y lo vea por usted mismo- Sonríe, eso quiere decir que las cosas salieron bien lo cual me llena de alivio.

Miro a mis padres y a mis amigos, ellos asienten sonrientes, el doctor se aparta de la puerta para que yo pueda entrar cuando entro veo a Keira despierta mirando hacia manta azul que tiene entre sus brazos, mi corazón se hincha de la emoción de que ellos estén salvos ahora puedo respirar aliviado, la enfermera me sonríe y sale de la habitación para darnos privacidad.

Me acerco lentamente hacia la cama, ella alza la cabeza y me sonríe con timidez, me siento en el borde la cama y beso suavemente su frente.

– Me diste un susto de muerte- Beso nuevamente en la frente cerrando los ojos por un segundo había estado apunto de perderla, eso me atemorizo.

– Lo siento, Matt. No quería asustarte- Me mira arrepentida pero le sonrió.

– Lo importante es que están bien- Entonces mis ojos van directo a la manta azul.

– ¿Quieres conocer a tu hijo?- Asiento ansioso- Mira, Matthew él es tu padre- Ella retira un poco la manta para que yo puedo verlo.

Es tan pequeño tiene el cabello castaño como el mío aunque tiene los ojos cerrados esta completamente dormido en los brazos de Keira, sin duda es el niño mas lindo que haya visto.

– ¿Quieres cargarlo? – Me pregunto sonriendo.

– Si…- Keira me lo pasa con cuidado a mis brazos.

Detallo mas de cerca a mi pequeño hijo, le doy un beso en la frente, olía tan bien cierro los ojos las emociones me embriagan completamente, no puedo creer que soy padre de este hermoso bebe, cuando los abro tengo las lagrimas en los ojos, Keira también esta llorando pero se que es de felicidad.

En ese momento Matthew se mueve en mis brazos abre los ojos despacio, esto es lo mas increíble que haya experimentado en mi vida, mi hijo esta mirándome como si sabe quien soy yo, sus ojos se ve de un gris oscuro de todas maneras son hermosos.

– Están hermoso como tu, Keira- Me inclino para besarla en los labios- Gracias, me has hecho muy feliz.

Me quedo allí un rato sosteniendo a mi hijo mirándolo como si fuera un tesoro en realidad es un tesoro que prometo cuidar mas que a mi propia vida.

***************
Desde el punto de vista de Keira.

Mi habitación esta repleta de flores, globos azules, ositos de peluches y cartas de felicitaciones de mis amigos, Matt y sus padres. Todos han querido venir a ver a Matthew antes que nos den de alta.

Aun puedo recordar ayer cuando estaba tratando de dar a luz pero me sienta tan agotada todo el cuerpo me dolía no me sentía capaz de hacerlo, tuve mucho miedo sobretodo por mi bebe, pero gracias a Dios todo había salido bien y ahora tengo a este hermoso bebe a mi lado.

Amber esta cargándolo haciendo caras graciosas, creo que Matthew va a ser bien malcriado gracias a su tía Amber quien lo consiente mucho desde que lo vio ayer.

– Es tan lindo- Dice Amber meciéndolo - Quiero comérmelo a besos.

– Es una dulzura de bebé, no puedo estar mas feliz- sonrió.

– Es que te lo mereces Keira, por fin tienes todo lo que has deseado.

– Si, Amber… Tendré mi “felices para siempre”.

De pronto la puerta se abre despacio pensé que se trataba de Matt ya que fue a casa a cambiarse de ropa pero en realidad es Nathan quien entra con un enorme ramo de flores, con pequeños globos en forma de corazón azules y es bonito detalle.

– Espero no estar interrumpiendo- Dice Nathan colocando el ramo en una de las mesas.

– No en realidad- Murmuro.

– Yo los dejo solos, iré a la cafetería a buscar un te ¿Quieren algo?- Pregunta a Amber.

Ambos decimos que no, Amber me entrega a Matthew que esta dormido y luego sale de la habitación dejándonos solos.

SOLO FALTAN 3 CAPITULOS Y EL EPILOGO PARA TERMINAR ESTA HISTORIA :)