Capitulo 41: "Ámame... Otra vez".

2.4K 109 1
                                    

Estaba allí en medio del desierto ese tipo apuntándome con su arma tenia miedo sabia que esta noche no iba amanecer con vida había asesinado a Damián y Aisha delante de mi ahora era mi turno, cerré los ojos esperando mi duro final el ultimo pensamiento e imagen que tuve en mi cabeza fue a Keira de lo mucho que iba a extrañaba que me dolía en el fondo haberla abandonado ahora mas que nunca me arrepiento de ello.

El terrorista dice unas palabras en su idioma ahora el arma toca mi cráneo ¿Por qué no lo hace de una vez? ¿Qué tanto esta esperando? ¿Por qué no acaba con esta agonía de una vez? Mis ojos queman aguanto las ganas de llorar y gritar al mismo tiempo mientras me aferro a mis últimos segundos de vida.

Entonces se escucha un disparo, todo se vuelve un caos, sangre, gente corriendo, muertos, fuego, balas, dolor y después todo es oscuro.

– ¿Matt? ¿Matt?- Escucho la voz angustiosa de Keira a lo lejos.

Me doy cuenta de que estoy dormido todo ha sido una horrible pesadilla de aquel momento tan dramático que he sufrido en toda mi vida desde hace 3 días he tenido estos sueños creo que siempre los tendré son recuerdos que serán muy difícil de borrar.

Me levanto sobresaltado de la cama mi cuerpo esta bañado de sudor y mi respiración es agitada, miro alrededor Keira esta inclina sobre mi mirándome completamente asustada, su cabello dorado esta despeinado y sus labios aun enrojecidos por los últimos besos que nos dimos ante de quedarnos dormidos.

– ¿Estas bien?- Me pregunta con los ojos abierto por el miedo.

– Si… Solo ha sido un mal sueño- Me incorporo en la cama paso mi mano por el rostro y respiro profundamente para olvidar esa pesadilla- lamento haberte despertado.

– ¿De que trataba? ¿Es lo del desierto? Gritabas cosas- Su cuerpo se estremece- Me asuste mucho, no sabia que hacer y decidí que debía despertarte ¿Quieres hablar de ello?

Sacudo la cabeza con desesperación, no quiero hablar de eso, fueron los 7 meses de mi vida mas atroces de mi existencia no quería compartirlo con la mujer que amo, no quiero que ella sienta temor ni angustias ni menos estando embarazada.

– No quiero agobiarte, Keira… Mejor volvamos a dormir- Le pido.

– Solo quiero ayudarte, se retorcías en la cama gritando “No disparen” una y otra vez parecías asustado- Toca mi rostro con suavidad- Se que fue traumático, tal vez deberías ver a un siquiatra.

– No necesito a un siquiatra- La traigo hasta mis abrazos como si ella fuera mi única salvación- Solo te necesito a ti, Keira.

Sentirla cerca de mi, es el alivio a todo mis temores mi respiración se ha calmado estoy mas tranquilo al despertar ese sueño tan horrendo y poder abrazar a Keira, ella es lo que necesito para estar mejor cuando por un momento que le había perdido no solo a ella sino también a mi hijo, entonces bajo mi mano hasta su vientre se ve tan hermosa embarazada.

– Lamento no haber estado desde el momento que te enteraste.

– Lo importante es que estarás aquí cuando nazca- Dice sonriendo.

– Si lo hubiera sabido nunca me fuera ido de tu lado, perdóname- Entierro mi rostro en su cuello, mis ojos pican y los cierro.

– Yo tampoco lo sabia, no tengo nada que perdonarte.

– Tuve tanto miedo- Susurro mientras lagrimas salían de mis ojos deslizando lentamente hasta el hombro desnudo de Keira- Tuve miedo de no verte nunca más a mis padres a todos, fue tan...- Pero las lagrimas trancan mi garganta no puedo seguir hablando.

Keira simplemente me abraza fuerte susurrándome que todo estaría bien acariciando mi espalda como si fuera un niño mientras me desahogo aunque no le haya contado nada de lo que paso tal vez lo haga mas adelante cuando me sienta preparado.

– Se ha movido- Digo sorprendido cuando siento una patada de mi hijo, mis lagrimas cesan al instante.

– Si, lo he sentido- Dice Keira sonriendo- Creo que te esta dando la bienvenida.

– Acuéstate en la cama- Ella lo hace enseguida, coloco mi cabeza en su vientre mientras con mi mano izquierda la acaricio- Puedo escuchar sus latidos, esto es maravilloso, hola Matthew… Soy tu papá, quiero decirte que has sido una gran sorpresa pero desde ya puedo decirte que te amo mucho.

– Él también te amara mucho- Subo hasta encontrarme con los labios de Keira.

Un beso ardiente pero tan dulce a la vez, ella arquea su cuerpo hacia a mi rozándolo de forma seductora que me hierve la piel dejo sus labios para besar su cuello pasar la lengua por suave piel como extrañaba ese sabor tan enloquecedor.

– Mmm, Matt- Gruñido sale de su garganta cuando deslizo mi mano debajo de su bata de dormir- Por favor- suplica moviendo su cuerpo otra vez contra al mío.

– Es mejor que pare- Digo con la voz agitada- No quiero hacerte daño- La miro, sus ojos irradia deseo y lujuria haciendo que me excite aun mas.

– Nunca me harías daño, ámame otra vez…Por favor Matt.

Sus palabras son mi perdición la beso de nuevo con más intensidad tanto que nuestro dientes chocan, necesito estar dentro de ella para volver a sentirme vivo.

Nadie Como Nosotros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora