Capitulo 33: "Atrapado en el desierto".

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Habíamos llegado Afganistán hace una semana, estábamos en el bunker preparándonos para abordar nuestras naves, estoy en mi habitación pienso en Keira me pregunto como estará, si estará pensando en mi este momento, extraño su sonrisa, sus ojos, sus labios, su cuerpo tibio y hacerle el amor decirle cuanto la amo. Solo espero que todo esto termine pronto para poder regresar con ella, es lo que mas añoro.

Alguien toca la puerta.

- Pase- Digo.

- Señor, lo esperan arriba- dice el soldado.

- En un momento estoy allá.

El soldado asiente y sale de nuevo de la habitación, me levanto de la cama me miro en el pequeño espejo que tengo mi cara se ve demacrada tal vez porque no he dormido mucho, tomo una respiración larga y profunda.

Luego salgo de la habitación, camino por el pasillo y subo las escaleras hasta la superficie del bunker, todos los pilotos están listos para despegar se supone que esta misión es bordear varias minas que se encuentran en el desierto donde guardan municiones como armas, drogas y ese tipo de cosas, la misión es simple llegar, volar todo y retirarse se que puedo hacerlo me he estado preparando para esto desde hace 2 años.

- Aquí esta el casco, Capitán- me dice Damián, tomo mi casco aun costado dice “Capitán. M, Bomer U.S” – Buena suerte- con voz formal.

- No necesito suerte- Le digo con frialdad, me coloco el casco voy hacia a mi nave de ataque es un F-22 Raptor de uno de los aviones militares mas rápidos del mundo.

Entro a la estrecha cabina, me coloco los guantes de gamuza y también la mascara de oxigeno. Enciendo el tablero de comando de la nave.

- Aquí Águila uno, informando a Torre de control comprobación efectiva del F-22 Raptor, esperando confirmación para despegar, cambio.

- Aquí Torre de control a Águila uno, F-22 Raptor confirmación aceptada, puede despegar en la pista 57.

Enciendo el botón para el despegue, no puedo negar que esto da miedo voy directo a la guerra solo espero que todo salga bien regresar con mi familia sobre todo con Keira.

Unos minutos después estoy en el aire el F-22 es demasiado rápido debo estar volando a 2.210 Km/h el cielo esta completamente despejado mientras me dirijo hacia el desierto, veo a otro F-22 a mi derecha seguro se trata de Damián.

Veo el radar me indica a donde tengo que ir, veo un punto rojo eso quiere decir que estoy cerca giro a la derecha cuando llego a mi objetivo bajo un poco la nave, listo para soltar los misiles que tengo en la bodega de armamento.

- Aquí Águila uno tengo el objetivo en la mira solicito permiso para soltar cargamento, cambio- informo a mis superiores.

- Águila uno, proceda a liberar la carga, repito libere la carga.

Con el permiso de lo superiores presiono el botón rojo suelto el primer misil hacia tierra y después el segundo luego un tercero se puede ver el humo y las llamas abajo, doy media vuelta para soltar los demás misiles cuando veo que algo pasa a cerca del ala derecho.

¡Mierda! Me están disparando desde tierra con misiles RF-5.

- Me están disparando con RF-5 acaba de pasar cerca del ala derecha.

- Águila uno, utiliza maniobra de evasión.

Trato de esquivar los misiles, veo el F-22 de Damián esta volando muy abajo siendo blanco fácil de los misiles.

- Águila cinco, esta volando demasiado abajo… Utiliza maniobra de evasión- le informo.

Pero todo pasa muy rápido sin poder evitarlo veo como la nave de Damián se precipita a tierra envuelto en llamas, no veo que haya utilizado el inyector, esto no puede estar pasando.

- Águila uno, salga de ese sitio ahora.

Antes de que pudiera hacer algo sintió el impacto en la parte de atrás de la nave, uno de los misiles ha dado en el blanco no tengo control sobre la nave todos los botones comienzan a sonar, pierdo velocidad muy rápido.

- ¡Uno de los misiles ha dado en el lado derecho de mi nave! ¡Voy a inyectarme!- Suelto el volante, bajo de mi asiento hay una palanca sin pensarlo dos veces lo jalo salgo expulsado de la nave.

Cuando estoy a una altura más baja abro el paracaídas trato de aterrizar lo más lejos de mi nave que esta hecha añicos en el desierto.

Caigo a tierra aparatosamente, escucho el sonido de algo romperse, un grito agudo sale de mi garganta, mierda, me he facturado el tobillo, el dolor es insoportable.

- Torre de control ¿Me escuchan?- digo adolorido- ¿Torre de control?

Pero nadie responde creo que por la caída se ha dañado el transmisor ahora estoy varado en medio del desierto con un tobillo roto, me quito el casco lanzándolo a un lado como puedo me coloco de pie aunque la arena resbalosa no ayuda mucho.

Camino por el implacable desierto el solo esta demasiado fuerte, tengo sed y el dolor de mi tobillo es cada vez mas insoportable con cada paso que doy y en varias ocasiones caigo en la arena exhausto ¿Alguien vendrá por mi? Es lo que me pregunto tal vez piensen que estoy muerto.

Entonces a los lejos veo un Jeep acercándose a mi, vienen a ayudarme eso me alegra mucho pero me dura muy poco cuando me doy cuenta que no se tratan de soldados americanos.

Uno de ellos se baja del Jeep con un Aka 47 dice algo en Árabe que no entiendo me apunta con el arma comprendo que quiere que me arrodille en el suelo hago lo que me pide.

Otro que esta con él me esposa las manos detrás de la espalda, hace que me coloque de pie lo cual hace que me duela el tobillo, subo al Jeep y colocan un saco en mi cabeza para que no vea nada.

El viaje duro como unos 20 minutos, ellos hablaban en Árabe así que no entienda nada ni a donde me llevaban, mi corazón late con fuerza en mi pecho, siento miedo de lo que pueda pasar estoy en mano de terroristas.

El Jeep se detiene, me bajan del auto llevándome arrastra luego me sueltan en el suelo golpeo mi cabeza contra la pared.

- Un militar americano, lo encontramos en el desierto seguro fue uno de los que bordeo los almacenes- dice en Ingles.

Quitan el saco de mi cabeza, parpadeo un par de veces para adaptarme a la luz miro a mi alrededor estoy en una especie de sótano de paredes grises sin ventanas solo esta la puerta, una mesa, una silla y dos tipos con pasamontañas enfrente de mi, uno de ellos tiene un Aka 47 en sus manos.

- ¿Cómo te llamas, americano?- me pregunta con frialdad.

- Matt Bomer- murmuro con cansancio siento la garganta reseca, necesito beber agua.

- ¿Qué haces tan lejos de casa?- se ríe.

- Deberíamos matarlo y ya- dice apuntándome.

- No todavía, baja el arma- el otro hombre obedece- primero vamos a divertirnos con él, ustedes los americanos se creen los reyes del mundo pero voy a enseñarte que es una mentira.

Me da una patada en el estomago caigo en el suelo quejándome, sigue dando patadas luego llegan los golpes con los puños no puedo hacer nada para defender ya que estoy esposado trato de aguantar el dolor de los golpes, mi visión se vuelve borrosa.

Por fin cesan los golpes de parte de estos dos malditos hombres y se van de la habitación dejándome tirando el piso medio muerto, no puedo abrir mi ojo derecho, me duelen las costillas no puedo moverme en cualquier momento caigo inconsciente el dolor es insoportable.

- Keira- balbuceo su nombre como si fuera mi única salvación, como la extraño y me duele saber que nunca más la volveré a ver.

Nadie Como Nosotros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora