ASCENDE: La Leyenda #Wattys2019 {EN EDICIÓN}

CAPÍTULO 65: LLEGÓ LA HORA - CAPÍTULO FINAL

Híbrido -> Michael Laurent

-¿Cómo me habéis encontrado? – pregunté a los dos brujos que me esperaban en el arroyo.

Ninguno de los dos me respondió. Solo se acercaron, me cogieron del brazo y me llevaron hasta un agujero en el suelo.

-¿No pensaréis que me vais a meter ahí verdad? – reí con ironía. Iba a decir algo más, pero ambos me empujaron. Solté un grito desgarrador al sentir un crujido en mi tobillo al doblarse cuando aterricé.

Los otros dos bajaron, me cogieron de los brazos y me arrastraron hasta una sala. Me fijé en ellos: eran altos y robustos, uno era rubio y el otro pelirrojo, y sus facciones eran duras e inexpresivas. Daban un poco de miedo, la verdad.

-Señor – uno de ellos habló por fin, y la verdad es que su voz defendía muy bien su aspecto – Ha venido.

-No lo dudé ni un segundo – una voz fría resonó por toda la habitación de piedra. Era muy medieval, con antorchas como iluminación y con dos tronos al final. Había muchas entradas sin puerta, con arcos góticos – Por favor, acércate – En cuanto volví a oír su voz, un recuerdo invadió mi mente.

*Flashback*

-Tranquila, solo eres comida para nosotros, no has herido nuestros sentimientos – Un chico aparece de un árbol y se acerca a mí. Él no tiene los ojos rojos, los tiene marrones.

-¿Unas últimas palabras? – Retrocedo ante la intimidante voz de la morena que me mira el cuello como una loca desquiciada.

-¿Sois vampiros? – digo, tragando saliva.

-Ella sí, yo no – dice el chico, con una sonrisa realmente macabra.

-No hagas ningún sonido – me dice la morena mirándome a los ojos.

-Por favor, no me matéis – digo en un susurro. Ellos me miran boquiabiertos.

-Hora de comer – dice el chico, lo miro, sus ojos cambian, ahora son completamente negros, no tiene iris, ni nada, solo hay negro. Su espalda se ensancha y le salen garras, las orejas se le estiran levemente hacia arriba, y de su boca sobresalen dos enormes caninos, es decir, colmillos.

-¿Qué eres? – dijo con la voz entrecortada, mi pulso se está acelerando, mucho, demasiado.

-Híbrido – sonríe – Mitad vampiro, mitad hombre lobo – Y sin más ambos se lanzan a mí, cada uno atrapa una de mis muñecas.

*Fin del flashback*

-Tú – le acusé.

-Sí – se levantó del trono – Yo. Imagino que ya sabrás quien soy.

-No sé tu nombre – me crucé de brazos.

-Por supuesto, soy Michael, Michael Laurent.

-He oído hablar de tu familia.

-Todo bueno, espero – sonrió con maldad.

-Sí, claro, todo bueno... - susurré.

-Por favor, acércate.

-¿Es que tu vista híbrida no te deja ver desde unos cuantos metros de distancia? – me burlé.

-No me hagas enfadarme cariño – hizo una pausa – Te aseguro que no te interesa – amenazó entre dientes.

-No puedo andar – rodé los ojos – Tus brujos son estúpidos y me han tirado a un hoyo, y me he roto el tobillo.

-¡Craig, Stan! – exclamó. Los dos brujos que me habían traído entraron firmes como rocas – Acercaos – Obedecieron – Le habéis roto el tobillo a Moore.