Cameron Dallas -> Cameron
-Eres tan preciosa como una pera.
¿Qué? ¿Cómo que una pera? ¿Qué tiene de especial y de bonito una pera?
-¿Gracias? – dije algo confusa.
-De nada, me alegro que alguien sepa apreciar la belleza natural de las peras – Espero que esté de broma. Por favor, por favor que lo diga.
Ahí tienes la imperfección de Nick, está loco.
Gracias conciencia no me había dado cuenta.
-¿Entramos? – preguntó sonriente.
-Claro – reí. Era un poco raro. Quizá el baile no iría tan bien como yo pensaba.
-Hola, ¿queréis haceros una foto? – nos preguntó un chico que estaba detrás de la cámara.
-Si por favor.
-Bien, poneos ahí y sonreíd – hicimos lo que nos dijo – 3, 2...
Nick hizo algo inesperado y me cogió en brazos como una princesa.
Solté un gritito de sorpresa/susto a la vez que reía.
-¡1! – dijo el chico, no me dio tiempo de arreglar mi pelo ni nada, solo de agarrarme al cuello de Nick – Vale esta ha quedado muy bien, pero el instituto exige una normal – rió.
Nos pusimos como antes y tomó la foto –no sin antes asegurarme que mi pelo estuviera bien, por supuesto-.
Ya no había esa tensión de antes por las peras, sonreí para la foto y el tacto de su mano en mi cintura volvió a enviarme pequeñas corrientes eléctricas por todo mi cuerpo.
-Lista, si queréis verlas podéis ir al puesto de fotos, si os gustan solo valen tres dólares.
-Gracias – le sonreí y tomé la mano de Nick – Quiero ver esas fotos.
-A, a, a –negó deteniéndose – Primero me debes algo – Me atrajo hacia él de un tirón suave y directamente juntó sus labios con los míos.
Ahora que lo estaba besando tenía la sensación de que lo necesitaba, y me preguntaba porque no demonios lo había besado antes.
Mis brazos estaban rodeando su cuello, y sus manos en mi cintura, subió una de ellas hacia mi mejilla y la acarició suavemente, hizo un poco de presión con ambas manos y nos acercó más, profundizando así el beso.
Esto se sentía jodidamente genial.
Alguien carraspeó a nuestro lado llamándonos la atención. Nos separamos, aunque Nick no me soltó en ningún momento, es más me acercó a él todo lo que pudo. Diciendo que yo era suya.
-¿Qué quieres Emily? – dijo muy serio.
-¿Enserio me has cambiado por este trozo de basura? – dijo asqueada. No me miraba, pero se notaba que se refería a mí.
-Si ella es basura tu eres diarrea – escupió – Y para que te enteres, no es basura, es más que oro.
-Ya claro, tus halagos no valen de nada si los usas con todas.
-¿Me has oído alguna vez decirle a alguna chica que es perfecta?
-No, pero está claro que eso no es cierto.
-Tú no sabes lo que siento – rió amargo – Que no te lo haya dicho nunca te hace sentir inferior ¿verdad?
-Yo no soy inferior a nadie. Y tú – me señaló – Más te vale alejarte de él o las pasarás canutas.
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ASCENDE: La Leyenda #Wattys2019 {EN EDICIÓN}
Science FictionHumanos, vampiros, brujas, hombres lobos, híbridos... Nunca se sabe que es lo que te puedes encontrar, y hasta qué punto puede ser peligroso. Todos conocemos miles de leyendas que hablan de cientos de tipos de seres sobrenaturales, todos creemos que...