ASCENDE: La Leyenda #Wattys2019 {EN EDICIÓN}

CAPÍTULO 40: GRANT HA VUELTO

Grant Gustin -> Grant

-¿Me has echado de menos? – preguntó con su habitual sonrisa arrogante.

-Grant... - dije sorprendida - ¿Qué haces aquí? – no sabía cómo reaccionar, era muy buen amigo mío, y me hubiera lanzado a abrazarlo si no fuera por lo que me dijo Cameron.

-Te echaba de menos – dijo como si fuera obvio.

-Ya... - no confiaba en Grant, había algo diferente en él.

-¡Oh vamos! – Dijo exageradamente feliz – Ven aquí y dame un abrazo – dijo abrazándome con euforia.

Mientras me abrazaba pude sentir un olor algo conocido, aunque no logré saber de qué se trataba, me extrañaba porque su camiseta estaba mojada. Pero lo peor no fue eso.

Me separé de seguida de él.

-¿Qué te ha pasado? – dije aterrada.

-¿Qué? – dijo tragando duro.

-Puedo sentirlo, cuando te he tocado, esa oscuridad... - No podía ser verdad – Dios mío – dije cubriéndome la boca - ¿Quién te ha hecho esto Grant? – le pregunté con tristeza - ¿Quién te ha convertido en vampiro?

-Eso es problema mío – dijo con el ceño fruncido - ¿Qué eres? – Preguntó con algo de miedo - ¿Por qué siento que eres humana? ¿Y cómo es posible que siendo humana hayas sentido que soy un vampiro...? A no ser que... no, eso es imposible – dijo caminando de un lado a otro – No se pueden ser ambas cosas, conozco bien a tu familia, nadie es brujo, y no eres adoptada, estoy seguro... no puedes ser bruja y vampiro a la vez, y si lo fueras no serías así... serías siempre vampiro.

-Espera – lo detuve – Grant, ¿quién te ha dicho que soy vampiro?

-Lo he visto – dijo sin mirarme – Pero no tiene sentido...

-Lo sé. Pero, ¿Qué haces aquí?

-He venido a por ti – dijo obvio – Me vas a tener que acompañar a un sitio.

-No gracias, estoy bien aquí.

-No estoy preguntando – dijo mostrándome sus ojos rojos.

-Yo tampoco – dije mostrando los míos.

-¿Es que acaso quieres que tu amigo Cameron difunda tu secreto? – me amenazó.

-¿Qué le has hecho a Cameron? – pregunté amenazante.

-Simplemente le he obligado a que haga todo lo que yo le diga. Si obedeces, lo olvidará todo, si no, se encargará de publicarlo en todos los diarios, y todos los seres sobrenaturales vendrán a por ti.

-No veo porque tendrían que venir.

-Una chica bruja que se puede transformar en vampiro cuando quiera, vamos Aria, te creía más inteligente, querrán ser como tú, y otros querrán matarte porque te verán como una amenaza. O mucho peor... Podrían enterarse los Harford... y créeme, eso no me interesa – solté una risa seca, de esas que te salen del alma - ¿Qué? – estaba confuso por mi risa.

-Ya conozco a los Harford, soy como su pequeña protegida – bueno, tal vez lo exageré un poco, era un trato y eso, pero Grant no tenía por qué saberlo.

-Eso es imposible – tartamudeó.

-¿Quieres que lo demuestre? – Asintió no muy convencido – Bien – dije con una sonrisa malévola dibujada en el rostro.

Saqué el teléfono y marqué el número de nada más y nada menos que Thomas.

-¿Aria? ¿Estás bien? ¿Necesitas algo? – Preguntó con algo de preocupación - ¿Estás en peligro? ¿Dónde estás? ¿Tengo que matar a alguien? – Miré a Grant interrogante, él negó rápidamente - ¿Aria estás ahí?