CAPÍTULO 26: LOS HARFORD, LA FAMILIA MILENARIA

183 14 11
                                    

Thomas Harford -> Joe Collier

Mi cabeza daba vueltas, aunque no me dolía nada, lo cual era raro.

Cuando logré abrir los ojos me encontré con una habitación muy grande, estaba acostada en una cómoda cama. En la habitación, había un gran armario, un sofá, una televisión, un baño, un escritorio, balcón, etc.

En definitiva, era una habitación perfecta.

Lo que me preguntaba era: ¿Dónde demonios estoy?

-Hola, veo que ya estás despierta – Drew entra con una sonrisa de compasión.

-¿Dónde estoy? – pregunté sentándome en la cama. Fue ahí cuando me di cuenta de que estaba en pijama - ¿Quién demonios me ha cambiado de ropa?

-Keith – se encoje de hombros – Y estás en nuestra casa, bienvenida a la casa de los Harford.

-¿Sigo en Phoenix? – él solo asiente.

-Oye, sé que no te van a gustar lo que vamos a hacer, pero es lo que hay – dijo arreglándose su traje – Hay mucha historia detrás de nuestra vida milenaria, así que te pido por favor que no intentes nada contra nosotros, aquí no puedes hacer magia contra nosotros – No dije nada solo me limité a escuchar y a mirar mis manos – Sé que no te gustamos, pero tienes dos opciones que probablemente solo te ofrezca yo. Una – enumera con los dedos – Bajas a cenar con nosotros, y te explicamos lo que tenemos pensado para ti, o, dos: encerrarte aquí, hasta que nos llevemos bien. Te recomiendo la primera, Aria – dice dirigiéndose a la puerta.

-Espera – lo detengo, él se voltea hacia mí con las manos en los bolsillos – ¿Por qué no les dijiste a los demás que me llamaba Aria y no Anna?

-Porque supuse que si mentiste era para protegerte a ti y a tus seres queridos.

-Gracias.

-De nada – sonrió levemente, es como si llevara mucho tiempo sin escuchar esa palabra – Aún piensan que te llamas Anna, yo de ti les diría la verdad en la cena, eso hará que confíen un poco más en ti – asentí.

-Me pensaré lo de la cena – Él asintió y se marchó de la habitación.

Estuve pensando diez minutos lo de la cena, si quería salir de aquí debería ganarme su confianza, y creo que si me ganaba la de Thomas, y la de la rubia, sería más fácil, pues ya tenía la de Drew.

Alguien llamó a la puerta.

-No pases, estoy desnuda – era cierto, estaba en ropa interior y no encontraba mi ropa.

-Te traigo ropa limpia preciosa – Keith, como no.

-Espera un segundo, deja que me cubra con algo.

-Uno – dijo abriendo la puerta – Buen cuerpo preciosa – dice con una sonrisa arrogante.

-Te he dicho que esperaras – me cruzo de brazos intentando ocultar un poco mis pechos. Su mirada se dirige hacia estos, y por su sonrisa burlona y egocéntrica, sé que cruzando mis brazos solo lo he empeorado.

-Me has dicho un segundo – se encoje de hombros.

-No era literal – digo indignada.

-Pues explícate mejor la próxima vez – me guiña un ojo a lo que yo bufo – Viéndote así supongo que ibas a cambiarte para bajar a cenar o... a darte una ducha, puede que ambas – asiente – Buena elección – ahora ya no hay sonrisa, está más serio, tiene la mandíbula apretada, como si tuviera miedo de que alguien me hiciera daño, ya había visto esa mirada antes.

ASCENDE: La Leyenda #Wattys2019 {EN EDICIÓN}Where stories live. Discover now