ASCENDE: La Leyenda #Wattys2019 {EN EDICIÓN}

CAPÍTULO 42: CORRES PELIGRO SIN NOSOTROS

Joe Collier -> Thomas Harford

Ray.

Su nombre se repetía una y otra vez en mi cerebro, pero no lo procesaba.

¿Qué demonios hacía Ray en el baile?

-Creo que ha recuperado la humanidad – me dijo mi hermana haciendo que saliera de mi burbuja.

-¿Qué? – Pregunté – Taira, dime todo lo que sabes relacionado con lo sobrenatural.

-Sé que eres un vampiro, y una bruja, que puedes cambiar a voluntad, sé que Layla es bruja, y sé que Cassie es un híbrido de vampiro y bruja, pero no igual que tú. Sé que Ray es un vampiro y... que los hombres lobo existen – finalizó.

-Mataré a Cassandra – dije sobando el puente de mi nariz.

-No te enfades, sabes que se me da bien presionar a la gente – asentí bufando.

-¿Hablaste con Ray? – Negó – Voy a llamarle – dije cogiendo mi teléfono.

-Vale, yo iré a mi habitación, tengo deberes – bufó mientras se marchaba.

Marqué su número de teléfono, no hacía tanto tiempo que no lo veía, pero parecía que la última vez que hablé con él había sido hace años.

-¿Diga? – du voz ronca me indicó que lo había despertado.

-Tenemos que hablar – soné más firme de lo que tenía pensado.

-¿Aria? – preguntó confuso.

-¿Puedes venir al Tucson?

-Si...

-Nos vemos aquí – colgué.

Suspiré, sinceramente no tenía ganas de verle, pero quiero saber qué es lo que hacía aquí ayer por la noche.

Esperé a Ray mirando mis redes sociales, hacía tiempo que no entraba en Instagram, y luego caí: mañana vuelvo a clase, y seguro que hay deberes. Me cambié de ropa y les envié un e-mail a las mellizas.

"¿Me podéis enviar los deberes?" – de seguida me enviaron documentos.

Abrí la boca sorprendida, me los habían enviado hechos, excepto un documento de informática, teníamos que editar sonidos.

Me encogí de hombros ante la facilidad del ejercicio, y aunque solo tenía que hacer los dos primeros, hice seis, por si acaso.

-¿Aria? – la voz de Ray llamó mi atención.

-Motus – dije para abrir la puerta desde mi sitio.

-Vaya – dijo sorprendido – Veo que has ido aprendiendo hechizos – sonrió. Yo en cambio no dije nada, ni siquiera sonreí - ¿De que querías hablar? – preguntó un poco cortado.

-Puedes sentarte – dije señalando el pequeño sofá, yo me senté en el banco de la ventana - ¿Qué hacías ayer en el baile?

Directa al grano.

-¿Qué? Yo no estuve en el baile ayer – balbuceó.

Uyy, que mentiroso.

-No te esfuerces en mentir Ray, mi hermana te vio – me crucé de brazos.

-Y-yo...

-¿Cuándo?

-¿Cuándo qué? – preguntó con el ceño fruncido, confuso.

-¿Cuándo la has recuperado? – ya no estaba seria, estaba dolida. En cierta parte entendía su comportamiento durante ese tiempo en el que no tenía humanidad, pero ahora que la había recuperado...