CAPÍTULO 61: FELIZ NAVIDAD

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Eugenia Suárez -> Clarissa Harford

-¡Feliz navidad! – gritó una voz conocida entrando a mi habitación.

-¡¿MAMÁ?! – Grité medio entusiasmada medio avergonzada – Oh Dios – bajé corriendo del regazo de Nick – Podrías haber llamado – me rasqué la cabeza y la abracé.

-Sí, ya lo veo – rió – Hola Nick.

-Señora Moore – sonrió incómodo.

-¿Qué haces aquí? – pregunté sentándome al lado de Nick. Mi chico pasó un brazo por detrás de mi espalda y yo me apoyé en su hombro.

-Puaj, que acaramelados – Taira entró en la habitación y se dejó caer entre nosotros.

-Tan sensible como siempre – comentó Nick sonriendo y haciéndole un hueco. Durante los últimos meses habían cogido mucha confianza entre ellos.

-He venido por Navidad, te envié un mensaje, ¿recuerdas? – rió mi madre negando con la cabeza animadamente.

¡Navidad! ¡Hace nada que estábamos celebrando Halloween! Ni me había dado cuenta de que día era con todo lo que estaba pasando.

-Pues tendremos que ir a comprar los regalos – Nick me miró y sonrió – Pero no podemos ir juntas mamá. O verás las sorpresas. Nosotros dos iremos más tarde – miré a mi novio y le di una sonrisa con intenciones ocultas.

Una sonrisa que él entendió muy bien.

-Está bien, nos vemos luego – mi madre rodó los ojos y se despidió de nosotros con un beso en la mejilla. Igual que Taira, que se marchó con ella.

-Adiós mami – le sonreí.

-¿Por dónde íbamos? – preguntó Nick tumbándose sobre mí. Sonreí, pero antes lo detuve.

-Tengo que contarte algo – no cambié la posición, solo le acaricié las mejillas con las manos – Hace unos días fui a ver a Ray para ver cómo estaba Dake – él asintió – Y... Ray me besó.

-¿Qué? – se alejó un poco de mí y se sentó para mirarme directamente.

-No le seguí el beso, solo, me besó y se alejó.

-¿Le dejaste besarte?

-Me bloqueé, es. Era uno de mis mejores amigos, no supe que hacer.

-¿Era? – frunció el ceño - ¿Por qué le retiras tu amistad? Ya es bastante duro que te dejen en la Friendzone.

-No es la primera vez que pasa, estuvimos a punto de tener algo, pero... no puedo seguir así, le di una oportunidad porque prometió controlarse pero... estoy contigo y me niego que me bese cada vez que nos veamos.

-Está bien, pero no estés enfadada con él, solo quiere tenerte. Y no le culpo – y en ese momento me regaló la sonrisa más dulce y tierna del mundo.

-¿Sabes algo? – me acerqué a él – Tengo el mejor novio del mundo – me regaló otra de sus preciosas y brillantes sonrisas y terminó con la distancia que separaba nuestros labios.

Me estaba volviendo adicta a esos labios, si es que no lo era ya. Una vez que los probaba, no podía parar. Eran mi droga. Eran dulces, tiernos y suaves, y le daban calor a los míos haciendo que una sensación de placer me recorriera.

Llegó un momento en el que la ropa comenzó a estorbar y el calor y la excitación se presentaron de la manera más salvaje posible. Llevábamos más de una semana sin hacerlo y nuestro cuerpo nos lo pedía a voces.

ASCENDE: La Leyenda #Wattys2019 {EN EDICIÓN}Where stories live. Discover now