ASCENDE: La Leyenda #Wattys2019 {EN EDICIÓN}

CAPÍTULO 09: CLASE DE BRUJERÍA PARTE 2

Danielle Campbell -> Eline Newland

-¿¡Pretendes que me provoque un ataque!? ¡Ni hablar! Eso duele ¿sabes? – grité como loca en el manicomio.

-Vamos, ¿Qué creías que haríamos en estas sesiones? ¿Sentarnos a charlar mientras tomamos té con pastas? – Me mira con incredulidad y suspira - ¿Confías en mí? – Lo miro indecisa – ¿Al menos para esto? – Alza las cejas y asiento – Bien, pues hazlo, tenemos la solución del ardor, deja que intente ayudarte, si sabes controlarte, no te pasará más, estarás curada.

Suspiro intentando encontrar fuerzas y asiento.

-Estoy lista – susurro.

-Bien, comencemos, piensa en algo que te altere.

-Kelly – digo con una sonrisa maliciosa.

-¿Quién es Kelly? – pregunta curioso.

-Una puta – me encojo de hombros.

-Bien – me imita – Supongo que será suficiente, ahora, piensa en lo que te hace sentir cada vez que la ves.

Apreté mi mandíbula recordando todas las veces que me ha faltado al respeto, aunque no pude evitar sonreír al recordar todas aquellas veces que Brad la apartaba de él por ser tan irritante.

-No funciona – dice Ray con los brazos cruzados – Bien, pensemos, escoge algo, que te haya provocado otro ataque antes.

-Bien – asentí con la cabeza gacha.

-¿Lo tienes?

-Si.

-¿Puedo saber de qué se trata?

-Mi padre – él se limita a asentir.

-Coge aire, y vuelve a intentarlo. No tengas miedo.

Y así lo hago, pienso en mi padre, y en lo mucho que me saca de quicio como ha sucedido todo. Pero lo único que consigo es llorar.

-No puedo – digo entre sollozos. Al instante siento unos brazos rodearme, apoyo mi cabeza sobre el pecho de Ray, igual que mis manos.

De repente siento algo recorrerme por todo el cuerpo, una sensación de seguridad, de confianza, me aferro más a él agarrándolo de su camiseta y atrayéndolo a mí, siento sus músculos tensarse al sentir el tacto de mis manos contra él.

-Esto no ha sido buena idea, lo dejaremos para otro día – dice separándonos.

-No – niego – Quiero seguir intentándolo, solo necesito unos segundos – digo secándome las lágrimas.

-Bien, pero cambiaremos de sentimiento, la ira y la tristeza no han sido de ayuda, así que pasaremos al miedo.

-¿Miedo? – digo confusa.

-Sí, créeme, me tendrás miedo – dice mirándome realmente serio.

-¿A ti? – digo tragando saliva.

Ahora no le puedo tener miedo, se me hace imposible, después de ese escalofrío, esa sensación que he tenido, no creo que pueda llegar a temerle.

-Claro princesa, soy un vampiro ¿recuerdas?

Y ahí está de nuevo su egocentrismo y su arrogancia.

-¿Y cómo se supone que me vas a dar miedo? Hace poco, mientras estábamos... abrazados – sin poder evitarlo me sonrojo, recordando el momento – he sentido una especie de corriente, como un escalofrío, que me aseguraba que podía confiar en ti, y que estaría segura a tu lado.