CAPÍTULO 41: CREO QUE HA RECUPERADO LA HUMANIDAD

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Emily Rudd -> Taira Moore

*PdV Omnisciente*

Aria cayó inconsciente justo después de ese baile con Nick, nadie sabía que era lo que ocurrí ni que tan grave era.

Algunos decían que era de felicidad, y otros que se había desmayado por no haber comido.

Muchas conclusiones y solo una acertada, la de las hermanas Ellison.

Mientras ellas se encargaban de su amiga, Ray, el vampiro ahora solitario, se encontraba acompañado de alguien.

Y ese alguien no era un invitado, era más bien un recluso. Se trataba de Grant.

Ray había ido al baile, no tenía la intención de que alguien notara su presencia, pero si que estaba allí por Aria, estaba allí para protegerla, aunque ella ni siquiera le dirigiera la palabra.

Vio a Grant molestándola, y escuchó toda la conversación, y sin dudarlo cogió a Grant, que ahora colgaba boca abajo de su techo.

-¿Qué quieres? – preguntó con dificultades.

-¿Por qué quieres a Aria? – preguntó el vampiro mayor muy serio.

-Ellos la quieren – respondió moviéndose violentamente con la intención de desatarse.

-¿Quiénes son ellos? – preguntó empujándolo, haciendo que se balancease.

-No te importa – escupió con asco.

-Eso lo decido yo – ahora estaba más bien enfadado.

Ray caminó con prisa hacia una mesa situada cerca de Grant, se puso unos guantes y tomó una flor de verbena.

-Responde – amenazó poniéndole la flor a una distancia de la cara peligrosa.

-No – lo siguiente que se escuchó fue el grito de dolor de Grant ante el contacto de su piel con la planta.

-¿Tienes hambre? – preguntó Ray introduciendo la planta en su boca. Grant no paraba de gritar de dolor, pero no soltó prenda.

-¡Puedes matarme, no te diré nada! – gritó.

-Oh, claro que lo harás, o sino al final del día estarás rogándome que te mate – dijo con el tono más amenazante que sabía poner. Se giró y salió de la habitación.

-Palurdo – dijo el capturado soltándose de las cuerdas - ¡Mataré a Aria si es necesario! – gritó desde la puerta antes de salir disparado hacia quién sabe dónde.

-Mierda – maldijo Ray preocupado entrando de nuevo a la habitación.

Ahora Grant estaba enfadado, y eso no era bueno, porque cuando un vampiro está enfadado, saca toda su fuerza, y se descontrola.

-Grant, por fin llegas, ¿Qué te ha pasado? ¿Y dónde demonios está la chica? – exigió saber un hombre de voz gruesa.

-Ha habido complicaciones – dijo el joven bajando la cabeza – Hay mucha gente que la protege, hay un vampiro, es mucho mayor que yo y más fuerte, me ha tenido en su casa para torturarme.

-¿Qué quería? – preguntó el hombre.

-Información, pero no le he dicho nada – se apresuró a decir.

-Tranquilo, te creo.

-También hay alguien más que la protege. Alguien a quien no podemos hacer frente ninguno de nosotros.

-¿De quién me hablas muchacho? – preguntó el hombre cruzándose de brazos.

-Los Harford están de su parte.

ASCENDE: La Leyenda #Wattys2019 {EN EDICIÓN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora