El joven herido.

3.2K 325 56
                                    

-¡Esto ya es demasiado! -grito Tyna, mientras arrojaba otra tanda de agujas de sombra contra la manada de monstruos que nos atacaba-. ¡Hill! ¡Ayúdame con esto!

Desde hacía unos días se nos habían agotado los núcleos de monstruos, debido a eso ya no podía hacer tinta para qué Sarel creara más runas de protección. Claro, se podían crear utilizando otros materiales, pero no serían tan efectivas. Una vez las creó con tinta normal. No duraron ni cinco segundos contra la criatura que nos atacó. Y tallarlas en la roca era horriblemente cansado, lo intentamos, pero tardamos cerca de seis horas, entre todos nosotros, para crear un espacio seguro que sólo usamos poco tiempo.

Por eso ya no casi no las utilizábamos, lo que hacía que criaturas mágicas nos atacaran sin cesar, casi siempre en manadas. La mayoría no eran muy fuertes, pero era cansado y tedioso estar siempre luchando. En todo ese tiempo ninguno de nosotros había dormido bien.

En este momento estábamos rodeados de una manada de cerca de veinte criaturas parecidas a pájaros gigantes, pero con la la piel cubierta de pelo en vez de plumas y alas atrofiadas. Además, sus picos estaban cubiertos por una fina baba, eran de un color amarillento y no median más de dos metros de pico a cola. Individualmente no eran muy resistentes, pero su número les ayudaba bastante, convirtiéndolos en una verdadera amenaza. Y lo peor era que estaba lloviendo, una precipitación incesantemente que ya había durado cuatro días seguidos. El agua hacia que las únicas que de verdad podían enfrentarlos fueran Tyna y Clarisse.

El fuego de Aria no se podía encender con este clima, Sarel era no era de mucha ayuda sin la tinta y si yo atacaba había una gran posibilidad de herir a mis compañeros. Pero incluso en esas condiciones, había formas en que podía ayudar.

-Muy bien, todos, reúnanse alrededor de Tyna. Tyna crea una cúpula de tierra que los cubra -les dije, después de ver que como se juntaban en torno a mi hermana y ella los cubría, lancé un relámpago contra el suelo mojado, que se extendió por todas partes, electrocutando a las criaturas.

-¡Ayudargggh! -grito algo entre la espesura.

-¿Que fue eso? -Tyna destruyo su creación y miro con recelo hacia donde había surgido el grito.

-No sé, esperen aquí, iré a ver -la verdad me estaba asustando, digo, ¿qué tal si, por descuidado, le pegue a alguien que andaba por ahí?

-Mejor vamos todos, maestro, podría ser peligroso -sin esperar mi respuesta, mis compañeros se dirigieron a la fuente del grito.

Cuando llegamos suspire dentro de mi, aliviado. Entre la vegetación se encontraba un joven elfo desmayado y malherido, pero, por lo que podía ver, no había sido mi ataque el que lo había dejado en esas condiciones, pues la mayoría eran cortes y contusiones. Las criaturas a su alrededor, todavía humeando, si qué habían sucumbido ante mi.

-¡Oye! ¿Estás bien? -me agache junto a el para revisarlo, pero antes de que pudiera hacer cualquier cosa, el joven abrió los ojos y comenzó a gritar y agitarse.

-¡Maestro! -Clarisse se acercó y me ayudo a calmarlo, tomándolo por los hombros.

-¡Calma! -lo sujete contra el suelo hasta que comenzó a calmarse. Tomé una poción de mi bolsa para dársela de beber, no serviría de mucho, no con esas heridas, pero era mejor que no hacer nada.

-No hace mucho nos cruzamos con una cueva, no parecía habitada, lo puedes llevar ahí, sigueme -dijo Tyna. No parecía muy contenta con la idea, pero agradezco su aportación.

-Gracias, Sarel, ayuda, por favor -entre los dos tomamos al joven elfo y seguimos a Tyna. Estaba dudoso en hacerlo, podríamos empeorar su situación, pero la única otra opción seria dejarlo en medio de la selva, algo que definitivamente no haría. Esta vez tuvimos suerte y no fuimos atacados hasta llegar a la cueva que menciono mi gemela, era pequeña, pero serviría.

Theria Volumen 1: Un Nuevo Mundo.Where stories live. Discover now