Compañeros de viaje.

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Estaba en un mundo en ruinas, con fuego lloviendo del cielo. Frente a mi se encontraba una mujer llorando y abrazando a otra, muerta o inconsciente. A ambas las conocía, la que estaba llorando era Aria, la otra era Sarah. Mire la escena, asombrado, las dos chicas eran mas grandes de lo que las recordaba. En medio de las ruinas se alzaba una figura imponente. No lograba distinguirla, era solamente una sombra sin forma, pero nada mas el hecho de estar ante ella me hacia sentir aterrado. En sus manos llevaba un cadáver. Era alguien muy parecido a George, me tomo un momento darme cuenta que era yo ya adulto. Aquella cosa miro en mi dirección, pero no a mi, si no a algo que estaba detrás. Al mirar pude ver los cadáveres de todos los que conocía y de gente que jamas había visto, pero que al mismo tiempo eran bastante familiares, deshacerse poco a poco e entre gritos agónicos.

La era de la magia esta por terminar. Ustedes o nosotros, no hay puntos intermedios.

En ese momento desperté.

Al abrir mis ojos solo pude ver sombras, el mundo se encontraba borroso. Tarde un poco en acostumbrarme a la luz. El techo sobre mi no lo reconocía, por un momento me asuste, pues no sabia donde estaba y mi corazón dio un ligero salto cuando escuche un ligero ronquido junto a mi, al ver hacia allí encontré a una bella chica de cabello cobrizo durmiendo en una silla, recargando la cabeza en la cama donde estaba acostado.

-¿Aria? -la sacudí un poco para despertarla, ella abrió lentamente los ojos, me miro un momento, para luego abrazarme mientras lloraba.

-¡Al fin despertaste! ¡Estábamos asustados! -su actitud me sorprendió un poco, pues no sabia realmente lo que estaba pasando, me llamo la atención eso del "al fin"-.Pensabamos que nunca abrirlas los ojos de nuevo.

-Cálmate un momento -intente apartarla, pues sentía como me palpitaba el pecho, pero estaba muy débil y ella no parecía querer moverse- ¿Cuanto tiempo estuve dormido?

-Dos semanas -dijo después de soltarme.

-¿Tanto tiempo?

-Estabas demasiado herido, además de que forzaste demasiado tu cuerpo. Si Hilda no estuviera seguramente hubieras muerto -mientras se limpiaba las lagrimas me di cuenta de que estaba cubierta de tierra y había ampollas en sus manos-. ¡Oh, si! ¡Debo avisarles a los demás!

-¡Espera! -la detuve antes de que saliera-. No quiero sorpresas, mejor dime que paso mientras estaba dormido ¿como se encuentra Sarel?

-El esta bien, enseguida vendrá a verte, todos estabamos preocupados -Aria salió, dejándome solo.

Al mirar alrededor me di cuenta que no era la posada, seguramente se trataba de la casa de Hilda.
Intente levantarme pero seguía muy débil, estar tanto tiempo inactivo me había afectado. Con mucha dificultad me incorpore, en un mueble al lado mio estaba la bolsa mágica. Quería revisar algo así que la tome para sacar el libro. Que extraño, no esta.

Mientras buscaba, algo insistente, el libro, la puerta se abrió de nuevo y entro Clarisse, detrás de ella aparecieron Sarel, Aria y Tyna.

-¡Lo siento mucho! -al ver a Sarel me acorde de la academia, debido a mí nos seria imposible llegar a tiempo, así que me incline para disculparme-. ¡Por mi culpa nos hemos retrasado mucho!

-No debe disculparse, además -flexióno su brazo-. Me es imposible ya sostener una espada, por lo que ya no poseo ninguna razón para ir. Es por eso que quería hablar con usted. Deseo anular nuestro trato.

-Si, claro -era obvio que me lo iba a pedir, se quedo hasta ahora solo para para poder informarme, era una persona responsable.

-A cambio -me sorprendió que siguiera hablando y mas aun cuando me tendió la mano-. Permita que lo acompañe como amigo.

Theria Volumen 1: Un Nuevo Mundo.Where stories live. Discover now