El conde.

4.7K 505 40
                                    

Yunei

El troll corrió, intentando escapar, pero mi flecha le atravesó el pecho. El otro estaba más lejos, no sabía si lograría atraparlo, asi que tense lo máximo el arco, pero una figura rubia apareció frente a el y le clavo dos dagas negras, cubiertas con magia de agua. Era Sarah, quien ya sabia controlar bien sus habilidades, si seguía así pronto me dejaría muy atrás, a pesar de ser tan joven. Había avanzado mucho en poco tiempo.

-¡Ese es el último! -grito Frey, desde hace un tiempo nos ha estado acompañando a Sarah y a mi, al parecer le dolió perder contra esa niña. Tanto Dephir como Rower se fueron a cazar al bosque desde hace unos días. Podría haber ido con ellos, pero seria peligroso para la chica.

-¡Hay que regresar! -les grite. Ambos tenían las bolsas llenas de núcleos, eso me recuerda, deberíamos comprar una bolsa mágica como la que tenia el chico, aunque son realmente caras. También necesito un arco nuevo, el actual no soportara mucho más.

Mientras pensaba en esas cosas salimos del bosque. Poco después, a la distancia, apareció un grupo de caballeros con la armadura negra, con un hombre bien vestido y atractivo al frente, uno ble y su guardia. Al pasar a nuestro lado miro a Sarah con una expresión que no me gusto nada. La cubrí con cuerpo, al verlo el mostró una repugnante sonrisa, evaluandome de arriba a abajo, deteniéndose en varias partes. Después siguió avanzando. Eso fue asqueroso. Ya antes me habían visto con ojos lujuriosos, pero en su mirada me decía que podía obtenerme si quería y lo peor es que también miro a una niña como Sarah de la misma forma.

-Es un noble -Frey hablaba con algo de resentimiento. El los conocía bien, alguna vez fue un esclavo de uno y en su casa vio cosas terribles. Había excepciones, por supuesto. El noble encargado de gobernar esta región era uno de los directivos de el gremio y era alguien bonachón, aunque amaba el dinero y la bebida, pero era bondadoso con la gente a la que gobernaba. Pero dudaba que ese típo fuera así.

-Mejor no meternos en su camino, vamos al gremio y luego a comer, muerto de hambre -La entrada de carretas y cartuajes estaba muy ruidosa, al parecer aquel tipo se había metido para pasar primero, sacando al resto. No había nadie que fuera tan estúpido como para confrontarlo. Por suerte nuestros caminos eran diferentes.

-¿Que crees que haga aquí? -me pregunto Frey.

-No tengo idea, pero espero que no haya venido para quedarse, de ser así no me quedara mas remedio que marcharme yo -lo decía en serio, no quiero estar en el mismo lugar que una persona así.

-¿Y yo qué? -Sarah puso una cara triste, lo que me hizo acariciarle la cabeza.

-Te llevare conmigo, por supuesto.

La niña me sonrió, desde hace un tiempo sentía como si fuera la hermana pequeña que nunca tuve. Claro que no la abandonaría, le tenia mucho cariño. Mientras nos acercábamos al gremio vi a Lucil en la entrada intentando llamar nuestra atención, agitando una hoja de papel que llevaba en su mano.

-¿Que ocurre? -le pregunté cuando la alcanzamos. Parecía algo agitada.

-Aquí no, dentro -lanzo una significativa mirada a Sarah, lo que significaba que, o se trataba de su familia o del chico.

Nos sentamos en una de las mesas del rincón ms apartado, fuera de la vista de la mayoría. Para que Lucil dejara su puesto debía ser importante.

Theria Volumen 1: Un Nuevo Mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora