Platica.

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-Es un poco mas adelante -nos dijo el hombre, señalando al frente.

Seguía buscando a la hermana de Lucil, pero ahora me acompañaba Sarel en vez de Aria, debido a que ella se fue junto con Tyna para explicarle lo de Clarisse.  Eso si, les pedí a ambas que no le dijeran nada a mi hermana sobre mi secreto.

El hombre era uno de los guardias del pueblo donde vivía la hermana de Lucil, llamada Hilda, lo único que tuve que decirle para que la reconociera era que buscábamos a recién casados. El guardia no era un caballero ni un mercenario, era simplemente un vecino que tomo la tarea de vigilar el pueblo en estos días de fiesta, pues en este momento solo hay un caballero en el pueblo, esto no se debe a que la mayor parte de los habitantes sean de raza bestia, sino a que, según el guardia, casi todos los asignados a este pueblo fueron hacia Virelia para participar en el torneo, dejando sus puestos sin permiso. El gobierno no había podido llenar los puestos vacantes debido a que en varias partes del reino últimamente se han dado casos de caballeros asesinados, sin que se supiera el motivo. Esos lugares son los que tenían mayor prioridad.

-No se como dejaron a esos tipos convertirse en caballeros -comento Sarel con amargura-. Mira que dejar sus puestos así como así.

-Ganar ese torneo debe ser muy codiciado, aunque de verdad pienso que no se fueron por eso.

-¿Habla en serio? ¿Entonces porque se marcharían?

-Como sabes, mi padre, que era caballero, fue asesinado junto con otros cuatro compañeros en mi pueblo natal y el guardia nos comento que ha habido más casos. Según Tyna, en el lugar del ataque se sentía una presencia siniestra. Alguien mas podría haber sentido lo mismo en los otros lugares  y  anunciar que aquello que los mato podría no ser humano y anda cazando a los caballeros. Si esa información se ha expandido, sea real o no, la mayor parte de los novatos sentiría miedo, seguramente el ir al torneo fue solamente una excusa.

-Podría ser -me lanzo una mirada extraña y luego me sonrió.

-¿Que ocurre?

-No es nada, simplemente siento que tanto usted como Tyna parecen ser muy maduros para su edad.

-No hablemos mas de ello... -el era bastante despierto, me da miedo que en algún momento me descubra-. Mira, es aquí.

La casa de Hilda se encontraba en una de las partes mas apartadas del pueblo, era una bonita residencia de dos plantas de estilo ingles. Si algún día tengo una familia me gustaría vivir en un lugar así... ya me volví a deprimir, es mejor no pensar en eso.

Quien salio a recibirnos después de tocar la puerta fue una mujer muy parecida a Lucil, pero un poco mayor, aunque no mucho. En sus brazos llevaba a un pequeño niño que nos miraba con ojos curiosos.

-¿Si? ¿Quienes son? ¿Que se les ofrece? -su tono era algo frío, parecía estar en guardia contra nosotros.

-Mucho gusto -Deje hablar a Sarel, el tiene una habilidad para congeniar con las personas casi de inmediato. Ambos nos inclinamos, yo solo la cabeza y el medio cuerpo, con el brazo en el pecho-. Asumo que usted es la dama Hilda -ella asintió-. Es un gusto, mi nombre es Sarel Fynean y el es mi compañero Hill Fell. El asunto que nos trae a su puerta es que su amable hermana, Lucil, ha enviado un paquete que nos ha pedido como favor entregarle.

-¿Mi hermana ha enviado a un noble? -Hilda soltó una risita, como era de esperarse noto que Sarel era un noble solo por su forma de hablar.

-En realidad -interrumpí-. Me lo ha encargado a mi, es su presente de bodas, lo envió debido a que no pudo venir a festejar con usted. Me dijo que le hiciera saber que lo siente mucho -saque el paquete de la bolsa y se lo entregue.

Theria Volumen 1: Un Nuevo Mundo.Where stories live. Discover now