Borrón y cuenta nueva.

1.8K 87 43
                                    





Justo cuando la malhumorada pareja cruzó el umbral de la sala para salir a la recepción del hotel se toparon con Gold y Crystal que se disponían a entrar después de que cierto pervertido comiera zapatillas. Por cierto, de un 37. Pero como era de costumbre, se recuperaba instantáneamente, volviendo a su actitud tan presumida y arrogante.


-¡Hola! ¡Ya llegó por quién lloraban...!


-¡Apártate, idiota!


Sin poder terminar la frase, el azabache fue empujado hacia un lado por el dúo de Hoenn, dándose un buen golpe con una pared. Crystal le miró con una expresión de dolor y volteó hacia atrás para ver las espaldas de ambos alejarse a grandes zancadas y dando algún que otro grito. El último grito le puso los pelos de punta. Ruby había sido lanzado por la ventana. Reaccionó y ayudó a Gold a levantarse.



-Agh...¿Pero qué les pasa a la parejita de cuento?- Se quitó su gorra y empezó a frotarse la nuca, dolorido.



-¿Siempre son así?-  Ese golpe no había sonado nada bien. Se acercaron hacia dónde estaban sus compañeros.



-El fashionista grita como chica...-Le dio una colleja.- ¡Au! ¡Pero si he dicho la verdad! –Otra.- Vale, vale...ugh, ya paro.



-Siempre están coqueteando...-Emerald hizo un mueca de asco.- Al menos la cita no se volverá a repetir...eso sí que es potar arcoirís...



-¡Tengo el vídeo! Juju...


-¿¡Espiaste su cita!?- La experta en capturas pensaba que lo había visto todo...pero no, obviamente le quedaba mucho por aprender.



-¡Claro! ¡No me la iba a perder!- Sonrió lo más inocentemente posible.



Todos se miraron entre ellos sin nada que decir al respecto, sus caras ya lo decían todo. Se imaginaban a esa chica de ojos azules detrás de unos arbustos y con una cámara siempre en mano, espiando a cualquiera de ellos que se encontrara en una situación embarazosa o un poco romántica. Tragaron saliva sonoramente ya que ahora siempre mirarían a sus espaldas en una posible futura cita. Silver, por supuesto, pensaba en un nuevo hobby para su hermana. Uno más sano y menos stalker.



Lo dejaron pasar y volvieron a sentarse cada uno en su respectivo sitio. Antes de que cualquier suceso inesperado y extraño le impidiera salir a cantar, Black saltó como un muelle de su asiento y se colocó en frente del micrófono como un rayo. White sonrió con una gotita en la frente ante esa actitud tan emocionada. El castaño le pidió su tema al auto-declarado "hombre de los discos" y se preparó, sin fijarse demasiado en la expresión tan cansada de éste. Vaya chicos tan pesados...

~ Un verano juntos ~Where stories live. Discover now