Ideas cruzadas.

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El cielo se empezaba a colorear de un suave naranja y una fresca brisa barría el lugar lentamente. Como ya era tarde y comenzaba a hacer un poco de frío el grupo de amigos de diferentes regiones decidió recoger las cosas y dirigirse al hotel para descansar. Recogieron la gran pancarta de ánimo y disfrutaron de un último pequeño baño, sobre todo la buscadora de Hoenn, que no quería despegarse del agua por nada del mundo. Hicieron falta cinco personas para arrastrarla fuera de ella y las consecuencias fueron un par de mordiscos. Moraleja; no se metan con Sapphire.



Todos estaban bastante contentos. Había sido un día divertido y algo raro; desde el embarque hasta la participación en los distintos eventos, se lo habían pasado en grande cada uno a su manera y parecía que no iba a terminar así como así. Pearl había propuesto ir a cenar a un lugar cercano y que le traía muchos recuerdos y de paso sería una buena oportunidad para enseñarles zonas de Sinnoh a sus compañeros.



Pasaron por la recepción como un rayo y fueron a sus respectivos cuartos a dejar las cosas en orden y cambiarse a sus ropas normales. Acto seguido, fueron a ver a Diamond que ya se encontraba mucho mejor viendo un maratón de su serie favorita, Taurina Omega, y comiendo unos croassanes en el salón de chicos. Ahora, lo que se preguntaba Green no era el porqué de su eterna "delgadez" sino el misterio que encarnaba de dónde sacaba toda esa comida ilimitada. Hmm...tal vez debería llamar a un detective.



Le comunicaron sus planes y se apuntó sin pensárselo dos veces, más contento que un cascabel. El moreno escuchó con atención lo que había sucedido después de que se desmayara y además felicitó a sus amigos por los logros ganados. Se sentía un poco mal al haberse perdido todos esos momentos con ellos...pero al menos había valido la pena por una buena causa.



-¡AH!- El grito de Sapphire centró la mirada de todos en ella. Se acercó al chico y le entregó una cosa brillante.- Se me olvidaba. Me dieron esto después de que ganara la carrera y me pidieron que te agradeciera por lo que hiciste.



Cuando el chico cogió entre sus manos el objeto, sus ojos brillaron con alegría. Era la medalla por haber ganado el primer evento de los Juegos Playeros y que además le agradecieran por algo que para él tenía poca importancia hizo que se sonrojara un poco. Los demás, al verlo, sonrieron divertidos y también lo felicitaron. Pero la alegría del moreno llegó a su climáx cuando recibió otra cosa de sus dos mejores amigos.



-Cierto, nos sentíamos mal de que no pudieras participar así que te trajimos una sorpresa.- Pearl se rascó la nuca y rebuscó en su bolsa para sacar después unos bollos rellenos envueltos en un papel de color crema. Tenían muy buena pinta. La cara de Dia se iluminó más todavía y los cogió con gran alegría y rapidez.



-¡Gracias, chicos~!- Con sus brazos rodeó al par de Sinnoh por encima de los hombros en un agradecido abrazo. Los tres rieron ante su espontaneidad.



-En realidad fue idea de la señorita Platinum, deberías agradecerle a ella.- El rubio de ojos ambarinos cerró los ojos mientras se rascaba la nariz, con una pequeña sonrisa. Diamond negó con la cabeza, pero cuando volvió a abrir los ojos, éstos eran tan cristalinos como el agua. Platinum se preguntaba si es que habían dicho algo malo.

~ Un verano juntos ~Where stories live. Discover now