La propuesta.

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Era un día caluroso de verano. Como de costumbre en aquellas fechas el cielo estaba totalmente despejado y azul y una suave brisa ayudaba a no pasar tanto calor. En Pueblo Primavera es donde más se respiraba aquel ambiente de sosiego. Muchos niños y sus mayores jugaban en el campo o iban a pescar al lago cercano para pasar el día. ¿Ideal, verdad?



La región de Jhoto era bastante tranquila y variopinta, pero un azabache empezaba a cansarse de tanta "tranquilidad" y suspiraba y refunfuñaba a cada minuto. El chico se había dado la vuelta diez veces ya en solo cuatro minutos. El Laboratorio del Profesor de la región no era el mejor lugar para pasar aquel día.



-Ojalá que se caiga esa hamaca.- Suspiró Silver un poco molesto por los ruidos de su compañero.



Estaba sentado en una silla, ayudando con un trabajo del Profesor Elm. Gold no hizo caso y puso los brazos a modo de almohada, mirando el techo. Pasó un minuto de gloria para el pelirrojo. Hasta que otro suspiró hizo que éste estallará. Se dispuso a tirarle de la hamaca de tela verde pero la presencia de una chica de ojos claros, le detuvo.



-¡Os dejo un momento y os encuentro igual que siempre! –Regañó Crystal, la asistente del Profesor y la que les había pedido ayuda para terminar antes. Ahora se arrepentía.- ¿No podéis comportaros normal por una vez? –Terminó por decir, con los brazos en jarras.



-Ay, Crys, no seas tan molesta.- Dijo el de la gorra. Tenía un ojo cerrado y por su tono le daba igual su opinión. El de los ojos como la plata no aguantó más las ganas y con toda la seriedad del mundo, movió la hamaca y el otro chico cayó al suelo de cabeza.



-Perdón por el jaleo. –Se limitó a decir. Crystal solamente suspiró, resignada. Hacer que esos dos se llevaran bien era tarea complicada.



Dejó un montón de papeles encima de la mesa y comenzó a leerlos. Cada cierto tiempo cambiaba de hoja sin hacer el menor ruido y la dejaba en otro montón. Silver la ayudaba a organizarlos según su categoría con papelitos de colores, que según él, eran demasiado...coloridos. Gold, que ya se había levantado del suelo, hizo ademán de quejarse por el golpe que le había dado, pero se calló al ver la aburrida escena y los contempló indiferente por un par de minutos más.



Aburrido. Aburrido, aburrido, aburrido...Así es como se sentía el de ojos dorados como el amanecer. No aguantó más y volvió a suspirar, llevándose las manos a la nuca. La chica, que ya había aguantado demasiado su incómoda mirada, estalló.



-¿Gold, que te pasa?- Refunfuñó ella, controlado sus ganas de darle una patada para tenerlo calladito un rato.- Llevas una hora así.



-Chica súper seria, no lo ves...¡Esto es muy aburrido!- Gestualizó.

~ Un verano juntos ~Where stories live. Discover now