Capítulo 36: "¿Quieres? Parte1"

Start from the beginning
                                    

Solté el abrazo para recorrer el lugar admirando mejor el trabajo realizado. No recuerdo que el lugar haya estado tan forestado la última vez que estuve aquí, había árboles no muy altos pero la mayoría eran plantas que se entrelazaban entre sí llenando de colores el lugar gracias a las distintas tonalidades en sus flores. Las velas en ciertos lugares estratégicos y la tela cayendo envolviendo todo en un grandioso ambiente.

—Esto es mucho trabajo, chico. Es estupendo.

—No sabes lo que me ha costado, temía que no fuera suficiente, no sé qué es lo que debo hacer para llamar tu atención al punto que quiero, no sé si vas a venir y besarme tan magníficamente como lo has hecho hace unos segundos o vas a lanzarme lo primero que veas. ¿Pero sabes qué? Eso es lo que me atrae a ti, esa manera que tienes de cambiar día a día, el no entenderte me obliga quedarme a tu lado cada día, seguirte cada maldita oportunidad que tenga pero pensarte cada maldito segundo que he vivido desde la primera vez que te vi tan confundida y altanera a la vez creyendo que yo era Carly, porque aunque suene tan idiota o tan cursi para una chica que viste de negro y azul, que ama las motocicletas pero a la vez luce muy a la moda y tan adinerada que no sabes qué clase de chica dark es esa; es lo que he querido decir desde que me di cuenta que estaba enamorado de ti, porque lo estoy, Caroline Manson lo estoy, yo quiero ser esos rayos de luz cuando seas día y esas estrellas cuando seas noche, porque quiero iluminar tu vida entera para que no puedas perderte de mi lado nunca jamás.

Sus palabras chocaban en mis oídos causando estragos en mi corazón, trataba de sonreír pero a la vez contenía lágrimas que se alborotaban por salir de mí sin alguna explicable razón, nunca imaginé que Matt podría llegar a ser este chico que tengo frente a mí, tampoco imaginé que podría llegar a enamorarme de él, porque lo estoy, Caroline Manson lo estoy. No había dado ni un sólo paso desde que toda esta declaración empezó, él y yo nos manteníamos en la misma distancia que dolía porque sólo pensaba en refugiarme en un dulce abrazo que terminara en un apasionado beso.

De repente, como si pudiera leer mi confundida mente, empezó a caminar hacia mí, en pasos lentos y desconfiados, acercándose tan de a poco que impacientaba, hasta que llegó, llegó a mí y tomó mi rostro en sus frías manos, sus ojos penetraban los míos y su respiración golpeaba mis labios haciendo que estos se entreabrieran.

—No soy la persona que mereces, mis defectos podrían llegar a asustarte, los errores que he cometido son inimaginables y no tienen marcha atrás, las decisiones que he tomado no han sido las mejores, todo empezó como una última opción y no sabes cómo me arrepiento de haberla tomado, pero debo agradecer el hecho de que conocí a la mujer que me ha traído como un idiota detrás de ella, haciendo cosas que jamás había hecho para alguien y diciendo cosas que no decía ni en mis peores pesadillas. Perdóname, amor... Por favor, perdóname mi amor.

En este punto de la historia, debo admitir que no era capaz de entender lo que estaba sucediendo, Matt lloraba desesperadamente mientras yo acariciaba su rostro enjuagando sus lágrimas. Pedía perdón por algo que no sabía que había hecho, no dejaba de repetir que por favor lo perdonara hasta que cayó de rodillas ante mí soltando mi rostro para aferrar sus manos a sus muslos. ¿Qué demonios?

Imité su postura, mis rodillas dolieron al sentir mi peso asentarse entre hojas, ramas, tierra y piedras pero no me importó, algo le estaba doliendo al chico que estaba amando, podía sentirlo como si se tratase de mi misma, algo le cerraba el pecho impidiendo que respirara con normalidad, algo le sangraba por dentro, algo lo estaba matando y a mí me mataba el no saber qué era.

—Perdóname, amor, perdóname —susurraba más para él.

— ¿Perdonar qué? Matt, no estoy entendiendo a lo que te refieres —esta vez yo fui quien tomó su rostro entre mis manos acariciado sus mejillas—. Matt, no me lastimes así, por favor. Me duele verte así, aquí estoy, esta vez soy yo la que te pide que no tengas miedo, que confíes en mí. Estoy contigo, ilumíname, pero déjame iluminarte también, seamos luz, los dos... juntos. Si tú eres el rayo de luz, yo seré el sol. Si tú eres la estrella, pues yo seré la luna. No estás solo y yo tampoco lo estoy, a partir de ahora, siempre juntos ¿de acuerdo?

—De acuerdo —respondió sonriendo en un leve tono de voz respirando mejor, dejando de a poco el rastro de lágrimas en su rostro—. Hay algo más que quiero decirte.

—Te escucho —contesté, quería saber el porqué de sus lágrimas pero no quería que volviera a ponerse en ese estado, decidí dejarlo ir, en su momento volverá.

— ¿Quieres ser mi novia? —preguntó después de segundos de silencio en lo que parecía meditar la situación, ahora con aquella sonrisa de lado y seductora que siempre llevaba en sus labios, después de todo, lo que somos, no era oficial— ¿Quieres?

—Sí, quiero... ¿mi amor?

—Tú chico, tú humano, tú amor, tú imbécil, tu idiota, tú rayo de luz, tú estrella, tuyo.

—Mío —era imposible no sonreír, así como fue imposible no volver a besarlo hasta que dolieran los labios.

Con amor, una estrella entre planetas.

🌏💫🌏

🌏💫🌏

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Infiltrada [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now