𝗗𝗔𝗥𝗞𝗡𝗘𝗦𝗦┃RICK GRIMES.

➤ 35; ÉL.

CAPÍTULO TREINTA Y CINCO;
❝ ÉL. ❞

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Rick Grimes estaba abatido por sí mismo, por aquella situación a su alrededor que no tardó en dar un fuerte dolor a los costados de su rostro, más específicamente en su sien. La misma que ardió en cuánto estiró los rizos sobre su cabeza hacía atrás, muestra de toda la exasperación que le habitaba el alma. Todo fue tan rápido, confuso e irreal, que en cuánto menos lo notó, Enid llegó a la sala de juntas dónde los habitantes se reunían para así armar el plan de rescate a todos aquellos que habían salido en busca de Daryl Dixon. Pero sin retorno. La adolescente alertó sobre la salud de Maggie Rhee, quién gritaba adolorida con una mano sobre su vientre. El plan de rescate se retrasó entonces, y se dedicaron a montarse en la caravana así emprender viaje a Hilltop. No obstante, todas las rutas que daban hacía su punto, estaban bloqueados por los llamados "Salvadores". No había un paso sin ellos interrumpiendo.

⏤Rick...⏤ el llamado de Maggie fue tan vago que lució como un suspiro que se desvaneció en el aire. Pero aquel mismo llegó a los oídos del nombrado que dejó sus pensamientos para atender a la embarazada tendida en la cama del vehículo. Teniendo que agacharse para ver a su rostro sudoroso, sostuvo una de sus manos frías en lo que esperaba que fuera a decir. ⏤Ella estará bien.⏤

Asintió a sus palabras.
Sabía que Leah conformaba una parte esencial del equipo fuera hacía más de tres horas. Había procurado no abandonarla, tras el incidente del matadero. Pero, su mujer era tan terca, como astuta. Ella saldría viva de todos los embrollos en los que metía su cabeza.

El vehículo se detuvo por tercera vez desde que el transcurso se inició desde Alexandría. A lo que Rick besó los nudillos de Maggie antes de abandonar el cuarto de la misma, y enseñarse afuera de la RV, donde la escena presentó frente su mirada celeste, con los ojos casi rojos ante el llanto.
En el exterior, una cantidad de caminantes aguardaban por el líder del grupo que apreciaba lo que él. Hasta que voltearon ante sus pasos que resonaron entre los árboles del bosque, como si buscarán en él una respuesta, pero no había nada, además de su pánico, y sus sueños rotos.
Todos aquellos, que estiraban los brazos en busca de su carne, formaban una fila. Retenidos por una cadena a su cintura, pero la piel se desarmaba, y pronto, se escaparían de ello.

⏤Rick...⏤ llamó Sasha, como si buscara la respuesta en sus ojos perdidos en el caos. No podía ver más allá de la frustración de los mismos.
Hasta qué, de su cinturón, dio a conocer su ejemplar hacha, con la que se dispuso a acabar con los caminantes, pero antes de ello, los disparos se enseñaron desde entre los robles hacía su dirección. ⏤¡Corran!⏤

Nuevamente se montaron en el transporte, con el corazón en la garganta de haber sido víctima de aquellas balas que pudieron haber asesinado a cualquiera de los suyos. Agitados, estuvieron en la seguridad de la caravana, en la que Abraham tomó de su control para retroceder por el camino en el que inducieron en busca de suerte, pero de nuevo sin éxito alguno. Ahora, si que estaban perdidos, sin salida.

⏤¿Y ahora qué?⏤ cuestionó el más joven del equipo.

⏤Debemos encontrar otra ruta. Maggie necesita un doctor.⏤ el líder no iba a descansar hasta que la salud de la mujer con una vida adentro de su vientre se encontrará debidamente sana.

⏤Tenemos dos más.⏤ Informó Sasha, abriendo los pliegues del mapa. ⏤Aunque, viendo y considerando, estarán ocupados y la gasolina se acabará con un solo viaje.⏤

⏤No nos esperan a nosotros.⏤ por primera vez durante todo el trayecto, y en general, a toda su vida, Eugene Porter detonó su existencia. Con un plan que se haría clave en su objetivo, con toda la inteligencia del hombre, no iba a ser nada complicado. ⏤Ellos esperan este viejo traste, y se lo daremos.⏤
Entonces el plan se llevó a cabo. Lo repasaron, y estudiaron hasta que todos conocieran su lugar, y el de sus compañeros. Trataba de Eugene marchándose en el transporte, conforme ellos iban a pie por entre el bosque. Con Maggie tendida en una camilla improvisada para que no hiciera el esfuerzo de caminar.

⏤Suerte.⏤ deseó el líder a su compañero. Que asintió a sus buenos deseos.
La caminata inició. Todo a su alrededor yacía oscuro ante la falta de luz que brindaba la noche, junto los troncos altos que cubrían la llegada de luz de luna. Pero no podían arriesgarse en prender una linterna, incluso un mínimo fósforo podría ser alarma para el enemigo. Y con la cantidad que eran, no podían tomar riesgo. Los dedos de Rick flaquearon cuando un gruñido resonó, hasta enseñar a uno de los muertos desde los arbustos, pero siendo silenciado con habilidad, y rapidez gracias a su hijo. Definitivamente, Carl ya no era ningún niño pequeño.

⏤Oí lo que dijiste, pero sé que lo lograremos, porque haremos lo que sea necesario y todo lo que podamos. Lo que pasó a Denis, no dejaré que le ocurra a nadie más.⏤ el adolescente habló desde el corazón, hasta el punto de dejar a su progenitor con su boca formada en un círculo, con la garganta seca por el aire tan fresco que se introdujo. Pero, Rick se relamió los labios, y asintió con la cabeza.

Un repentino silbido llamó a todos. Primero a sus espaldas, después frente sus rostros, a su izquierda, derecha. Estaba en todas partes. E incluso parecían multiplicarse, o sólo fue una impresión del frondoso bosque, y su amplitud. De todos modos, alertó a todos del peligro. ⏤¡Corran!⏤ acotó el líder una vez que su cordura acabó por quebrarse tanto como la fe que aún guardaba. Pero tampoco llegaron muy lejos, cuando la luz cegadora cubrió su mirada que se había acostumbrado a la oscuridad de la noche. Aquella, propia de su caravana, solo dejó a la vista de los Alexandrianos la cantidad de Salvadores que los acorralaban, haciendo un círculo alrededor suyo, sin dejar una salida por las esquinas. Era una cantidad considerable, y todos cargados de armas de fuego, que se disponían a lastimarlos.

⏤¡Se los dije! ¡Conocemos cada uno de sus caminos!⏤