➤ 11; A SALVO.

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CAPÍTULO ONCE;
A SALVO. ❞

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Afortunadamente, todo había salido tal y cómo Aaron lo comentó. Los carros se hallaban en su lugar, la comida también y las botellas vacías de agua yacían a un costado de la caravana, al haber sido deshechas de su líquido en cuánto se aseguraron que no transportaba con nada que pudiera hacerlos mal más tarde.

Aparte de la RV, se encontraba el automóvil en el que viajaban el líder, la muchacha portadora de largo cabello azabache, el adolescente castaño y la pequeña bebé entre los brazos del penúltimo. La mano de Rick reposaba en la rodilla de la contraria a su lado, haciendo sentir como la apretaba con nerviosismo, por lo que acaricio con sus dedos su brazo, hasta finalmente llegar a su palma y entrelazarla con la suya.

⏤Estaremos bien.⏤ Aseguró, devolviendo el apretón.
Antes de que el de barba pudiera contestar, la casa rodante en frente ya se había detenido. Anunciando que habían llegado a su destino. No hacía falta cuestionar dónde se hallaban, el cartel frente a sus ojos aclaraba cualquier duda; ‘ Alexandría

La sorpresa de todo era inigualable, e incluso se admiraba las sonrisas que saldrían a flote en cualquier instante. No obstante, éstas muecas de felicidad eran reprimidas. Dejando sólo sus semblantes serios a la vista, aunque por dentro, su corazón saltaba en emoción plena.
Cada integrante se mostró fuera del vehículo, apreciando la estructura que se levantaba en forma de grandes muros, que sólo fueron abiertos en aquella ocasión, para ellos.
Para recibirlos.

⏤Bienvenidos a Alexandria.⏤
Del otro lado, se pudo apreciar, a pesar de la distancia, cantidad de viviendas, un precioso lago y una cantidad de personas de paseaban sus mascotas, o sólo caminaban entre ellos, riendo, conversando. Cómo si nada de lo de fuera existiera. No para ellos.
Conforme más se adentraban, más veían. De más se enteraban, más humanos se sentían.

⏤Bueno, lo mejor será que hablen con Deanna, ella se encarga de todo.⏤ Informó Aaron, sacándolos de su embelesamiento. ⏤Siganme.⏤ Caminaban en grupo, sin separarse, y sin ganas de hacerlo. Parecían una manada de leones recién llegando de la cacería, cargados de sangre y vísceras. O así los hacía sentir las miradas ajenas que le mandaban. Y cómo no, todos tan aseados, tan alimentados. Tan vivos.

La mano de Rick, que no cargaba a su pequeña, soltó los dedos que se entrelazaban con los de Leah.
Provocando que ésta se volteara con el ceño fruncido de ya no tener aquel calor refugiando su palma, estuvo dispuesta a protestar cuándo el brazo del líder de enroscó en su cadera, atrayendo su cuerpo al de él; ⏤Detecto peligro.⏤

Desviando su mirada confundida, a dónde la de Grimes se perdía, se percató de un muchacho joven que admiraba cada facción de su cuerpo. Sin escrúpulos, ni vergüenza. Sólo la admiraba.

𝗗𝗔𝗥𝗞𝗡𝗘𝗦𝗦┃RICK GRIMES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora