𝗗𝗔𝗥𝗞𝗡𝗘𝗦𝗦┃RICK GRIMES.

➤ 27; PERDIDO.

CAPÍTULO VEINTISIETE;
❝ PERDIDO. ❞

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Todo había transcurrido en cámara lenta hacía Rick Grimes.

Primero, Sam. Seguido de Jessie y más tarde, Ron. Y habría de ser su primogénito el próximo, de no ser por la valentía de su mujer al poner el pecho por el menor, dándole una nueva oportunidad a su joven vida, pero poniendo en riesgo la suya.

Entre lágrimas, Rick tomó a Leah entre sus brazos formidables que temblaron de frío al tener el cuerpo entre ellos, y es que, en un segundo, se había congelado tanto como su corazón, y su vida entera. Carl y Michonne estaban encargados de los caminantes delante de ellos, que intentaban acercarse en busca de su carne.

⏤¿Está muerta?⏤ cuestionó Heath, apreciando aquel trío correr con desespero hacía su ubicación, pero ninguno pudo dar una respuesta acertada a su pregunta al no conocer la gravedad de la situación, pero Denis era conocedora de sus capacidades. El miedo ya no era parte de ella, ahora estaba segura. Segura de poder salvar la vida de la mujer.

⏤No.⏤ anunció con firmeza, antes de ajustar el agarre de su coleta de caballo, y empezando las órdenes con lo necesario para iniciar una operación de urgencia, y todos acotaron a lo que anunciaba la mayor, con asombro por aquel tono grave que estaba usando a la hora de hablar, y es que la seguridad, nunca había sido parte de ella. Hasta ese momento.

Aaron fue quién abrió la puerta principal, dando paso al grupo exhausto, y destacando en él, su líder Rick Grimes. De apariencia dura, respetable, y honorable, pero ahora con aquellos aires que cambiaban por completo su imagen. Ahora su mirada azul estaba ahogada en miles de lágrimas que amenazaban con escapar, junto con su postura encorvada, que parecía querer desmoronarse en cualquier momento. Vagamente, reposó el cuerpo en aquella fría plancha.

A la doctora no le importó la presencia de demás hombres en la sala, que con unas tijeras de la bandeja, cortó toda tela que estuviera cubriendo el torso de la mujer, dejando este mismo a la mirada de cualquiera. Pero fueron los ojos amenazantes de Carl, los que dieron una orden sin la intención de hablar para que el resto se volteara en otra dirección distinta, a excepción de su padre.

⏤¡Maldición! No puedo tomar una radiografía para conocer con exactitud la posición de la bala.⏤ Denis se frustró, por lo que no tuvo más opción de colocar los guantes en sus manos, e introducir las pinzas en busca de la nombrada.

⏤¿Porqué no? ¡Hazlo! ¡Puede perder mucha sangre con lo que estás haciendo!⏤ Protestó Carl.

⏤¡El producto me lo impide!⏤ devolvió, sin abandonar su trabajo.

⏤¿Producto? ¿De que mierda hablas, Denis? ¡Sólo hazlo!⏤

⏤¡No puedo hacerle radiografía con su embarazo!⏤ y esa fue la gota que colmó el vaso.

⏤¿Embarazo?⏤ con mucho esfuerzo, y duras penas, Rick logró pronunciar, perdiendo los estribos mientras su peso lucía más pesado de lo normal.

⏤¡Si, embarazo!⏤

Las manos temblorosas fueron a parar desde su rostro, a su cabello rizado húmedo en sudor. Primero Leah, y ahora su hijo. No lo tuvo que pensar dos veces. Se aproximó dónde el pomo de la puerta, y se dio paso fuera de la habitación, dejándose como un festín libre para los caminantes. Los bramidos de Carl, Michonne, y el resto, gritando que no lo haga, fueron reemplazados por miles de gruñidos guturales que se multiplicaban a medida que daba pisotones hacía afuera, hasta que el primero se acercó, pero no llegó muy cerca cuándo su machete estuvo clavado en medio de sus cejas, así dejando toda su ira en aquel acto.

Más tarde, todo aquel que había sobrevivido a la catástrofe se encontraba alado de Rick, el nuevo líder de Alexandria que ahora se encontraba salvando el bienestar de la misma, pero no lo hacía solo. Todos habían salido a su apoyo, sólo formando un equipo firme, duro y decidido a defender lo que era suyo. Hasta que un fuego llamó la atención de los muertos, y brindó una oportunidad al resto. Que a pesar de ello no dejó de luchar, hasta que ya no hubo ni uno de ellos.

Ese fue el detonante para que las piernas de Rick corrieran por si solas hacía la enfermería, en dónde todo el ambiente era tenso, muerto. Denis se enseñó desde un cuarto, con su tono de piel en uno totalmente pálido, que hacía destacar sus manos rojizas. ⏤Las costillas... Las costillas detuvieron el impacto en su corazón, y por fortuna, la bala no tocó ningún vaso sanguíneo.⏤ explicó tan claro como pudo a los oídos del hombre que no tenía una mínima idea sobre enfermería. ⏤Yo ya hice mi parte, ahora es tu turno de hacer que se quede.⏤ Se marchó de allí, dándole privacidad.

Rick se aproximó dónde Leah, con el corazón contraído en su pecho. Ella estaba desnuda de torso, a excepción de una simple venda cubriendo sus pechos, y tan relajada como un ángel.

En una silla, tomó asiento a su lado de la camilla, y con cuidado, estiró su mano hacía la de ella, suspirando ante lo congelada que la misma estaba, pero a pesar de ello, la tranquilidad que seguía transmitiendo estaba presente. ⏤Me niego, Leah.⏤ musitó. ⏤Me niego a perder al amor de mi vida, y a mi bebé. Sé que me oyes, y sé que puedes salir de este aprieto. Siempre lo haces, sobrevivir. Hazlo, por mi, por ti, por Carl, por Judith, y por él, o ella...⏤ con su mano libre, acarició el vientre de la mujer, percatando el leve bulto en el mismo. ⏤Por favor.⏤

Rick Grimes estaba perdido.

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