𝗗𝗔𝗥𝗞𝗡𝗘𝗦𝗦┃RICK GRIMES.

➤ 23; DE VUELTA.

CAPÍTULO VEINTITRÉS;
❝ DE VUELTA. ❞

━━━━━━━━━━━━━━━

El momento pareció eterno, pero finalmente tuvo un final. Uno en dónde cada lugar al que mirase estaba ocupado por un cadáver, ya sea de los nuestros o de los desconocidos, y para nuestra mala suerte, ocupaban más de nuestras personas en cada esquina. La bocina se había detenido por fin, dejando un aura de armonía en la comunidad, pero la misma se interrumpió cuándo el llanto de una mujer por la pérdida de su marido colmó en mis oídos, haciéndome tragar en seco de solo imaginarme en su lugar.

Negué con la cabeza por los pensamientos negativos en mi cabeza, y proseguí a empezar la busqueda de el menor de los Grimes. Sabía las capacidades que poseía Rick, y su astucia para escapar de cada momento que pudiera complicar su vida.

⏤¡Carl!⏤ llamé, mientras mis pies ya tocaban la madera del suelo de mi hogar. Rápidamente, el aludido apareció frente a mis ojos, a lo que sonreí aliviada.
Sintiendo cómo sus brazos delgados se envolvían alrededor de mi cintura, en un abrazo al que correspondí por más manchado que mi atuendo se encontrará.

Tras un rato, Enid se cruzó en mi campo de visión, quizás estaba buscando a Carl, pero en cuánto se percató de nosotros, sus pies se detuvieron en seco.

El castaño se separó de mi para voltear dónde su amiga, viendo con un poco de pena hacía ella. Entonces lo comprendí, ella no tenía nadie quién pudiera darle el cariño que se necesitaba, y entonces me recordó a mi. En una versión más pequeña, pero con la misma vulnerabilidad, y el mismo miedo en mis venas.

No esperé mucho más, y me aproximé dónde ella para poder rodear mis brazos en su figura, para que supiera que en nuestra familia tenía en quiénes confiar.
Principalmente, se tensó y el aire se le fue de las manos, pero al relajarse, simplemente suspiró y correspondió a mi gesto.

⏤Me alegra que ambos estén bien.⏤ comenté con una sonrisa, una vez que el contacto físico se deshizo lentamente.

Ambos adolescentes se mantuvieron en la sala, mientras yo verificaba el bienestar de la más pequeña de la familia. Judith descansaba en su cuna, ajena a todo lo que había ocurrido detrás de las paredes de su cuarto, ignorando todo el mal del mundo en que vivía. Abandoné un beso sobre su cabello dorado, antes de regresar a la planta baja, con toda la disposición de marcharme a ayudar en lo que fuera necesario.

⏤¿Volverás a salir?⏤ Carl cuestionó en cuanto me vio tomando el pomo de la puerta principal.

⏤Debo ayudar afuera, cariño. Volveré cuanto antes.⏤ prometí, y con una sonrisa que llegó a relajar sus nervios, me marché.