Crossing Roads - Terminada

Time to start a new life

Thalia colgó el teléfono un tanto desilusionada. Era la tercera vez que le pedía a Jason que volviera a casa, y también la tercera vez que él rechazaba la oferta. Sus escusas eran que quería independencia, que le gustaba vivir con sus amigos y que no quería vivir rodeado de chicas. Thalia suspiró resignada.

-Si eso es lo que quieres, Jason- dijo para sí misma- Así será.

-¿Dijiste algo?- le preguntó Reyna mientras hacía abdominales en la sala.

-Solo que rentaré las dos habitaciones que aún están vacías, si Jason no se instalará en ninguna de ellas, no hay razón para desperdiciarlas.

Reyna se detuvo por unos segundos para observarla y pudo notar que estaba decepcionada, sin embargo no dijo nada. Sabía que a Thalia no le gustaba que le tuvieran lastima.

-Te ayudaré a poner los anuncios en internet- dijo levantándose del suelo y dirigiéndose hacia el computador.

*** Dos semanas después***

-¿Annabeth, arreglaste las cortinas?- gritó Thalia desde el segundo piso.

-Sí- gritó Annabeth de vuelta- y recogí el desorden del salón y Piper hizo las camas y puso nuevas sabanas en todas las habitaciones; y Reyna hizo las compras y nos abasteció para todo un mes.

- Todo va a salir bien Thalia- intervino Piper en voz mucho más baja ahora que Thalia estaba en la planta baja- No son de la realeza, les encantará el lugar.

-Y si no, pueden irse cuando quieran- agregó Reyna, quien no estaba muy feliz por tener nuevas inquilinas en la casa, digamos que no le gustaban los cambios.

-¿Te dijeron a qué hora llegaban?- preguntó Annabeth y como respuesta el móvil de Thalia inició a sonar.

-Es una de ellas- dijo antes de atender- ¿Hola? Sí Hazel...

-Espero que sean agradables- dijo Piper mientras la dueña de la casa le daba nuevamente la dirección a la chica por teléfono.

-Lo serán- contestó su amiga rubia- ya lo verás.

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Durante las vacaciones de verano Percy normalmente se levantaba después del mediodía, sin embargo la noche anterior había recibido una llamada que no lo había dejado dormir. Su madre, quien vivía en Chicago junto con su nuevo esposo Paul, le había dado un ultimátum: O mejoraba sus calificaciones o se despedía de la casa y de sus amigos para siempre. Quería ser optimista, simplemente tenía que estudiar y todo estaría bien, pero él era realmente malo en la escuela, no habría llegado hasta donde estaba si no fuera por Jason.

Sabía que si le pedía ayuda a su amigo rubio él aceptaría encantado, pero no podía hacerlo, para mejorar su promedio Percy tendría que estudiar los siete días de la semana las veinticuatro horas del día y no privaría a Jason de su tiempo libre. Simplemente no lo haría. Tendría que enfrentar esto solo.

-Tierra a Percy. ¿Hay alguien ahí?- la voz de Nico sacó al ojiverde de sus pensamientos.

-¿Qué?

-¿Qué haces despierto? Son las nueve de la mañana- dijo su amigo mientras se servía cereal. Vestía como normalmente: jeans negros y una camisa de Black Sabbath. Tenía ojeras alrededor de sus ojos como todas las mañanas.

-Quería tomar el sol- mintió Percy. Nico lo miró con una ceja levantada, era obvio que no le creía, pero no insistió. Eso era lo bueno de Nico, el entendía cuando alguien no quería hablar de algún tema.