Love phone call/ Lemon at gym

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-Leo... No lo hagas, por favor... - la voz de Calipso sonaba ronca, baja, pero a la vez muy suave.

-¿Por qué?- Leo susurró, no sabía en qué momento se había acercado tanto a ella, pero ahora estaban frente a frente, los brazos del chico alrededor de la cintura de ella. Podía sentir el movimiento que provocaba la respiración de ella.

-Porque si lo haces- la voz de la chica ahora era solo un susurro, sus ojos estaban cerrados, sus labios entreabiertos- no te detendré... y...no...no quiero...

¿Qué se suponía que hiciera ahora? Que la besara aun sabiendo que ella no quería que lo hiciera... Pero si no quería, ¿Entonces porque no lo detenía ella? ¿Por qué le dejaba toda la responsabilidad a él? ¡Leo Valdez era el ser más irresponsable de todo el universo!

Con toda la fuerza de voluntad que fue capaz de reunir se alejó un poco de ella, y la soltó, despacio, no quería dar la impresión de que estaba enojado, porque realmente no lo estaba. Era difícil definir sus sentimientos en ese momento, no estaba feliz, ni triste. A decir verdad, quizá lo más apropiado sería decir que estaba confundido.

-Lo siento- dijo él- No debí acercarme tanto.

-Te detuviste...- dijo ella, parecía estar encerrada en sus propios pensamientos. Algo que Leo le había visto hacer muchas veces. Ella tendía a encerrarse dentro de su propia mente a veces, y cuando estaba así, no había nada que pudiera hacer para llamar su atención.- No pensé que fueras a detenerte- aun murmuraba, como si él no estuviera ahí, frente a ella.

-Yo nunca haré nada que tu no quieras que haga- al principio, como lo esperaba ella no le prestó atención. Miraba hacia otro lugar; pero después sus ojos se dirigieron directamente a los de él.

-Gracias- dijo la chica- Realmente eres el mejor chico que he conocido.

¿Entonces por qué no me quieres?- pensó Leo, sin embargo dijo algo muy diferente. Como estaba acostumbrado a hacer cuando no quería poner en evidencia sus sentimientos frente a las demás personas: asumió su papel de Chico Bromista.

-Por supuesto que lo soy, nena- adoptó un tono de voz que dejaba ver que estaba presumiendo en broma- Leo Valdez es simplemente increíble.

Ella sonrío y se acercó hacia él. Contra todo pronóstico, lo abrazó y lo besó... en la mejilla. Un ligero y tierno beso de amigos.

Leo inspiró profundamente y le regresó el abrazo. Supongo que esto es mejor que nada- pensó. Pero el simplemente increíble corazón de Leo Valdez iba a necesitar terapia para poder recuperarse algún día, o tal vez simplemente dejaría de funcionar, el chico no estaba seguro.

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*Sábado en la mañana*

Día número uno del plan Conquista. Las flores no funcionaron. El objetivo, alias Piper, entró en crisis histérica lanzando insultos contra el agente J. Quizá no le gusten las flores. O quizá no le gusta el agente J, que es lo más probable. No importa, continuaremos con la fase 2 del plan.

Paso número 2: Dedícale un Poema.

Jason cerró su diario... Es decir, Bitácora de Ataque, y se dispuso a escribir el tan necesitado poema, el único problema, era que él nunca en su vida había hecho una rima, ¿Cómo diablos iba a hacer un poema?

Alguien tocó la puerta de su habitación, inmediatamente él supo que había sido Leo, solo él tocaba de esa forma, creía que era clave morse, pero no estaba seguro.

-Entra...- dijo Jason, y Leo cruzó la puerta.

-Iremos a buscar a Frank al gimnasio para luego ir por unas bebidas y tener una tarde de películas...

Crossing Roads - TerminadaWhere stories live. Discover now