Crossing Roads - Terminada

Who the hell is she?

Un beso. Me beso. En frente de mucha gente. Nico di Angelo me besó en frente de mucha gente. ¡Oh por todos los dioses del Olimpo! Respira Will, respira. No puedo respirar maldita sea ¿Cómo diablos pasó esto? ¿Cómo se supone que siga enojado con él cuando hace este tipo de cosas?

-Will- Nico chasqueaba los dedos frente a mis ojos. Rayos. ¿Por cuanto tiempo había estado distraído? - ¿Hay alguien ahí?

-Lo siento- dije- ¿Me hablabas?

Nico dio un largo suspiro.

- ¿Qué te pasa?- preguntó

- Nada- rayos. ¿Por qué tenía que ser tan malo mintiendo? No podía decir algo como ¿De que hablas? o no sé, lo que sea que sonara más creíble. Pude ver de inmediato en los ojos de Nico que no me creía. Bien, nuevo plan, actuemos como que en serio no pasa nada.

-Will... - inició él.

-No es un buen día para el Surf- Bien Will, eso fue inteligente.

-¿Qué?- Nico parecía bastante desconcertado.

-Dijiste que querías aprender a surfear, pero no es un buen día para el Surf, el mar está demasiado tranquilo.

- Ahhh sí, que lástima, otro día será- contesó él, aunque a decir verdad no se veía muy apenado.- Ya en serio, dime que te pasa.

-Ya te dije que nada...- Me di cuenta inmediatamente de que fue la respuesta equivocada, lo ví en los ojos de Nico, el fuego del mismo infierno estaba a punto de explotar frente a mí.

-¿Cuál es su apellido?- preguntó en un susurro y con la calma que precede a la tormenta.

-¿Apellido?- Ok me perdí, ¿De quién estabamos hablando?

-Loui...

-¿Fountaine?

-PUES ENTONCES LARGATE A JUGAR VOLLEY BALL CON EL IMBECIL DE FOUNTAIN- gritó a tal volumen que un par de personas nos voltearon a ver.

-No me grites, Di Angelo- no sé por qué pero de pronto yo estaba susurrando.- Y no, no quiero ir a jugar volley ball.

Luego de decir eso me fui, caminé lo más rápido que pude hasta la casa. No quería hablar con Nico, ¿Por qué? pues porque no estaba de humor. Estúpido sueño. Estúpido McRoman. Podía escuchar que Di Angelo me gritaba mientras me seguía, pero sinceramente no le presté atención. No quería detenerme, quería irme, huir. ¿Estaba siendo demasiado dramático? Tal vez, pero me daba igual, no podía detenerme.

No fui consciente de que ya estaba en la sala de la casa, hasta que Nico me tomó por los hombros y me obligó a sentarme en el sillón. Yo estaba a punto de mandarlo al tartaro y levantarme nuevamente para irme, cuando él se arrodilló frente a mi, y tomó mis manos. La expresión que se mostraba en su rostro, la preocupación que revelaban sus ojos, me hizo quedarme donde estaba.

-Will- me dijo- Yo no sé que fue lo que hice mal. Si quieres que lo cambie, que lo arregle... Tienes que decirme...

No contesté. No podía contestar. No tenía nada que reclamarle, sabía que mi estado de ánimo actual no era su culpa. Yo era realmente un idiota por estar haciendoselo pagar. Como me quedé en silencio, él suspiró profundo, sus ojos se estaban empezando a poner llorosos, él mismo debió notarlo, porque recargó la frente sobre mis rodillas, ocultando así su rostro.

-Yo... haré lo que sea- continuó- Piper dijo que fue por que no te besé, y luego Jason dijo que fue por Frazel, Frank que por el calor y los congos... Juro que ire a pedirle perdón a los congos si es lo que quieres.

Esperen ¿Qué? ¿Congos? ¿Qué diablos tienen que ver los congos en todo esto? Sin proponermelo una pequeña risa se escapó de mí. Nico levantó la mirada de nuevo y entendió que era por lo que él acababa de decir, también se permitió sonreír.