Infiltrada [EN EDICIÓN]

Capítulo 34: "Efecto Gravedad."

—Sí, pero no en el sentido de querer tener algo con él de nuevo. Yo... creo estar empezando a sentir cosas por Matt.

— ¿Qué? Dijiste lo mismo con Bruno, Carol... Piénsalo mejor.

— ¡No! Esta vez es diferente... Bruno me cautivó por su manera de ser, me hizo sentir especial, conocer algo diferente en alguien diferente, me asombró por unos momentos, lo admiro como persona pero no hay más.

— ¿Y Matt?

Callé por unos segundos tratando de procesar aquella pregunta en mi cabeza, en ello sonó la campana indicando que nuestro descanso había terminado.

—Piénsalo, chicuela... El que calla no siempre otorga, pero si duda —dijo para marcharse a su clase dejándome en cuestión de palabras demasiado muda y nublada.

Las clases pasaron rápido, hoy nos dieron nuestro maldito horario de exámenes y por lo visto el profesor de física me tiene en la mira. Llevo varios años de mi vida reventándole la neurona en clase y este es su turno de vengarse, debo estar precavida.

Guardaba varios libros en mi casillero dejando en mi bolso algunos con los que planeaba estudiar para la tarde.

— ¿Estarás ocupada hoy, preciosa? —preguntó apoyándose en el casillero de alado.

—No —respondí con una sonrisa mientras mi cerebro negaba reprobatoriamente imaginándose en que lugares podría salir a mendigar dinero en un futuro cuando mis padres me deshereden por no alcanzar la graduación.

—Entonces serás mía esta tarde —besó mi mejilla y puso su brazo alrededor de mi cintura para deslizarse por ella y terminar desapareciendo de mi vista.

Aunque no sabía que tenía planeado, decidí estar lista para la ocasión por lo que al llegar a casa, corrí a mi habitación, me duché y me vestí con unos vaqueros, crop top de mangas largas y sueltas dejando al descubierto mis hombros color negro en conjunto a mis mejores zapatos, los preciados botines. Maquillé mi rostro sin exagerar y dejé mi cabello secar al viento luego de unas cepilladas, nerviosa por la falta de noticias tomé mi celular para revisar la casilla de mensajes donde un golpe de culpabilidad pegó en mi pecho por recordar el mensaje de Bruno en la noche anterior y uno de decepción por no encontrar ninguno de Matt.

"Lo siento..."
-Carol.

Decidí responderle breve, sin intenciones de crear esperanzas, pero diciéndole lo que de verdad quería expresar. Quise despejar mi mente de aquello, tomé mis libros empezando a repasar y sintiendo un deje de hambre en mí estomago, todo pasó tan rápido que había olvidado por completo el almuerzo, seguí estudiando con la idea de comer junto a Matt.

<<Si llega...>> —decidió atacar mi conciencia, inteligentemente, o eso creo, la ignoré.

Pasaban las horas y la desilusión llegaba a mí, cerré con frustración mis libros de los cuales no estudié lo suficiente. Me tiré a mi cama boca abajo pataleando con los pies por fuera de la cama, grité contra la sábana saliendo un sonido hueco, sentí un peso demasiado grande para mi delgado ser, pataleé con más fuerza al desconocer aquella "masa misteriosa" sobre mí. Me volteé con toda la fuerza que pude provocando que dicho peso cayera de espaldas al piso, asomé mi rostro por el borde de la cama encontrándome con el adolorido gesto en el rostro de Matt. Emocionada me tiré sobre él ocasionando más dolor por lo que soltó un quejido.

— ¿Por qué te tiras? —preguntó con la voz ronca.

—Efecto de la gravedad —sonreí.

— ¿Eso o querías besarme?