➤ O2; RECUERDA.

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CAPÍTULO DOS;
RECUERDA. ❞

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Leah perduró con esas personas durante tres semanas, tres semanas exactas. Solía estar alejada de los grupos, pero no había lugar dónde no se sintiera más cómoda que con todos ellos. Reunidos en la sala, antes de cenar, observando a la nada...  Simplemente, estar ahí.
En paz. En familia.

⏤Leah... ¿Haz tenido hijos?⏤ Cuestionó la menor de las Samuels. Haciendo que las manos de la mayor tiemblen, a lo qué, la bellota entre sus dedos resbaló hacía el suelo. Ésta no duró mucho allí, ya que Judith, gateó por la alfombra hasta alcanzarla, y jugar con ella. La pelinegra miró con una sonrisa la escena, y la dejó pasar. No era como que la cría tenga demasiados juguetes. Ha decir verdad, ni siquiera tenía uno.

⏤Si, he tenido hijos.⏤ Luego de unos minutos de debatirse en sí misma por la respuesta, optó por decir la verdad.

⏤¿Cuántos?⏤ Siguió Lizzie.

⏤Nunca llegué a conocerlo. No había salido de mi vientre aún, cuándo las circunstancias decidieron quitarlo de mi lado.⏤ Suspiró pesadamente, en un intento de no llorar. ⏤Sé que ahora está bien... No viviendo en un infierno como éste.⏤ Finalizó, incapaz de querer acotar algo más al respecto. La herida, jamás iba a cicatrizar.

⏤Nosotras te ayudaremos a que estés sana, y salva para que no vuelvas a pasar algo así.⏤ prometió Mika. ⏤Cuidaremos de ti, como tú has estado cuidado de nosotras.⏤

Y era cierto, las niñas se habían hecho como la mugre y la uña junto con Leah. La seguían a todos lados, y a ella.... Le llenaba su destrozada alma compartir el tiempo con sus precencias. ⏤Vale, vamos a meter estar galletas al horno.⏤ Animó la mayor, tomando la bandeja entre sus manos.

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Una tarde, mientras los mayores volvían de una caza con suerte. Encontraron una imagen peculiar, en la lejanía. Lizzie, estaba de espaldas, acuclillada. Enterrando, y desenterrando un cuchillo ensangrentado, entre sus frágiles y pequeñas manos.
Leah no esperó otro movimiento de la menor. Arrojó sus conejos sin vida a la tierra, y corrió hacia la escena, con el corazón en la garganta y el pulso a mil.
Como si fuese una alarma, Lizzie se levantó de entre las hojas, al oír las múltiples ramas siendo pisadas detrás de ella. Dejó a la vista su camiseta, pantalón y manos, pintadas de rojo. Con la sangre chorreando de su pálido rostro.

⏤Tranquilos, volverá.⏤ Pronunció, con total tranquilidad, una vez que todos estuvieron frente a ella.

Los ojos de Leah se inundaron en lágrimas, al percatar la imagen detrás de la pequeña rubia. Parecía irreal, algo que sólo ocurriría en sus peores pesadillas, pero no. Ahí estaba, delante de sus caídos orbes. Era real.

⏤Calma, Leah

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⏤Calma, Leah. Tenía que mostrarte.⏤

No obstante, la aludida no logró oír más allá de sus lentas palpitaciones. Se sentía perdida, e inválida. La culpa abordaba lentamente cada rincón de su anatomía, pues la promesa que había hecho días atrás con Mika, se había destrozado en miles de pedazos. Igual que su corazón.
⏤Todos pueden cambiar. Hasta Judith, estaba apunto de...⏤ Esas palabras bastaron para que la joven volviera a tierra, fijando su vista en Lizzie.

⏤¡No!⏤ Se apresuró a exclamar, asustando un poco a la menor. ⏤Ve con los demás adentro. Yo esperaré a Mika.⏤ Jadeó entre sollozos.

Tyreese se llevó consigo a Judith y Lizzie, y cuándo el trío se alejó de la escena, Leah se arrodilló, tomando aquel frío y liviano cadáver, entre sus temblorosos brazos. Abrazándolo, y gimiendo. Repitiendo múltiples disculpas, que no recibían respuesta.

Las cosas no se calmaron hasta horas después, en un silencio sepulcral en la sala, todos llorando en silencio. Lo discutieron, y llegaron al acuerdo final. Acabar con la vida de Lizzie, había sido el voto mayorista.
Leah no iba a sentirse segura, dejando a Judith con ella. Dejando a la persona que le daba un mínimo sentido a su vida. La bebé le había robado el corazón, sin esfuerzo alguno.

Esperaron al oscurecer, para llevar a Lizzie fuera de la cabaña. ⏤Llevale unas flores a tu hermana.⏤ Pidió Leah, caminando por el pequeño prado, en compañía de la rubia.

⏤Eso le gustaría...⏤ Aceptó con un inocente sonrisa, girando hacia unas flores blancas, que se expandía por el césped verde.
Quiso avanzar, pero Leah la detuvo, tomando su brazo. Para estrechar su cuerpo en un abrazo. El último.

⏤Te quiero, Lizzie.⏤ Confesó, una vez que la nombrada ya estaba arrancando las más bonitas para su hermana.

⏤También te quiero, Leah.⏤ Correspondió, sin voltear. Concentrada en su obsequio.

Removió el seguro, y los dedos le temblaron cuándo sintió frío el metal del gatillo, o quizá por el pánico que le causaba lo que iba a hacer a continuación. Inhaló, y con el oxígeno retenido en los pulmones, disparó en dirección a su cráneo. Después, el trino de los pájaros huyendo del sonido ensordecedor llenaron a sus oídos, pero no impidió que se oyera claro, y fuerte el impacto del cuerpo contra el pasto.

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𝗗𝗔𝗥𝗞𝗡𝗘𝗦𝗦┃RICK GRIMES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora