Capítulo quince - Ya no lo puedo esconder. PARTE 1.

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“Ansiedad; es un padecimiento que implica una emoción indeseable e injustificada, cuya intensidad no guarda proporción con la posible amenaza que lo provoca. Se caracteriza por aprehensión, incertidumbre y miedo. La ansiedad es diferente del miedo, pues este implica la presencia de un peligro real conocido”.

“Esquizofrenia; es un grupo de trastornos psicóticos que implican una disociación con la realidad, y se caracterizan por alteraciones del pensamiento, la percepción, los afectos, el comportamiento social y laboral y la comunicación”.

“Ataque de pánico; es el síntoma principal del denominado trastorno de pánico y se caracteriza por episodios severos y repentinos de máxima ansiedad asociados a una serie de manifestaciones físicas”.

“…Episodios severos y repentinos de máxima ansiedad asociados a una serie de manifestaciones físicas…”

Las palabras suenan en mi cabeza tan alto que incluso tengo la impresión de que los demás pueden escucharlas. Frunzo el ceño ante la hoja con letras azules frente a mí. La sicología puede llegar a parecer bastante tediosa si la profesora Venezzi se lo propone.

Escucho la voz chillona de Sofía leer con detenimiento cada párrafo del libro de “La ciencia de la sicología”, en el cual es obligatorio trabajar, sin embargo después de aquellas últimas palabras me he desconectado completamente de la clase y solo puedo ver a la profesor mover sus manos con desesperación al lado del pupitre de uno de mis compañeros que se ha quedado dormido. No lo culpo.

Hace alrededor de dos meses que no asisto a las terapias pero aún recuerdo muy bien cuáles eran los temas que se abarcaban. Mi falta de interés por socializar, mis ataques de pánico, mis recuerdos imborrables, muchísimas cosas que justo en este momento me regresan a la mente, olvidar esas pequeñas cosas es tan difícil como olvidar mis días con aquellos hombres.

——Lisa… ——escucho mi nombre. Estoy desorientada como la mayoría de las veces, viajando en un mar de imágenes que parecen no querer irse jamás.

Parpadeo tratando de recuperar mi sentido de la orientación——. ¿Huh? ——pregunto con el ceño fruncido mientras arrugo el borde de la página que se supone estamos leyendo.

——¿Algunos síntomas de la ansiedad? ——pregunta la Señorita Venezzi levantando sus delgadas cejas.

——No… no lo sé ——murmuro mirando su rostro. Sus ojos brillan, y parece que uno de ellos va a brincar. Está enojada por nuestra falta de respeto ante sus preciadas clases; y está en lo correcto, porque sus lecciones  son tan aburridas como cuando escucho a los doctores darme el ultimátum.

——Están en el libro ——dice y estoy casi segura de que puedo escucharla tragar gordo, con la intención de calmarse.

——¿El libro? ——pregunto moviendo mis dedos entre las páginas. Dios sabe que no es mi intención hacerla enojar, pero es que no consigo entender nada de lo que habla.

——Es suficiente, recoja sus cosas y salga de mi clase. Creo que ya conoce el camino al aula de la Señorita Ginne ——explica y yo suspiro con cansancio. Debo decir que yo no pretendía que esto pasara, para nada.

Tomo la mochila y me la guindo en los hombros, me pongo de pie de un salto y arrastrando los pies me dirijo a la puerta y de allí al salón de castigos. El colegio parece más grande sin todas esas personas caminando por los pasillos, incluso el jardín se ve mucho mejor.

Hoy el sol brilla más de lo común, no hay una sola nube y el cielo está teñido de un color azul que dan ganas de tocar con las manos.

——Tenemos varias dudas ——logro escuchar una voz masculina, puede estar a unos seis metros de mí tal vez.

11 maneras de morir.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ