Capítulo 40 (Sin Editar)

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—Saben que es entretenido para mi verlos discutir —intervino Liam —, pero las personas se están empezando a detenerse para ver quienes son estos dos extraños.

Ellie se sonrojo y de reojo observó que Liam tenía razón, varias personas en la calle del frente se habían detenido para verlos a William y a ella muy descaradamente.

—Buenas noches —los saludo Liam sacudiendo la mano..

Los aludidos saludaron al joven de igual manera y retomaron su camino.

—Vamos, te están esperando —dijo Liam, dirigiéndose a ella esta vez.

Habían hablado con su madre un día antes del viaje y le habían dicho que Ellie iría a conocerlos en compañía de su novio y para pasar las fiestas con ellos, Chris y Leila - omitiendo el hecho de que estaba huyendo de paso del desgraciado que la había secuestrado de niña -. Su madre había estado encantada con la noticia de la visita y estaba deseosa de que llegaran pronto.

Se encaminaron hasta la entrada del jardín y de esa manera Ellie pudo estudiar más detalladamente cada cosa que veía.

Había un buzón negro con manchas de pintura de distintos colores que tenía escrito en letras blancas y cursiva "Familia Littleton"  

El jardín tenía varias macetero con diferente  tipos de flores en ellas, todas alineadas en forma vertical en dirección a la puerta principal de la casa, tenia un pequeño columpio rojo en el centro y un trampolín con malla color azul al lado.

Antes de llegar a la puerta de la casa Liam la tomó de la mano y la abrazó con fuerza a lo que Ellie le respondió de la misma forma. Su hermano no solo se había ganado su confianza sino que su cariño también.

—Bienvenida nuevamente a casa, Ellie —le susurró al oído con la voz entrecortada.

Los ojos de Ellie se humedecieron al instante y no pudo evitar que las lágrimas resbalaran por sus mejillas.

Liam abrió la puerta y Ellie tomó con demasiada fuerza la mano de William mientras este le acariciaba la mano con la yema del dedo pulgar.

La puerta se abrió completamente y varias personas quedaron justo frente a su vista pero su mirada se clavó directamente en los ojos de su madre y del hombre que estaba tomada de la mano, de no más de cincuenta años, de una altura bastante considerable, cabello castaño claro corto, con unos increíbles ojos azules claros idénticos a los de Liam y ella.

Ellos eran sus padres.

Ambos lloraban al verla y Ellie sentía que le dolía el pecho ante las emociones que se le acumulaban dentro del mismo; no sabía que hacer, sentía un nudo en la garganta y no sabía si correr a abrazarlos, si correr en dirección contraria y subirse al auto nuevamente.

Como si presintiera la intención que tenía, su madre fue la que dio el primer paso y William soltó su mano y le murmuró:

—Tu puedes cielo.

Ellie avanzó un solo paso, acortando la distancia entonces su madre corrió a abrazarla.

La mujer era más baja de estatura que Ellie, así que ella tuvo que encorvarse un poco para poder abrazarla mejor.

Cuando tuvo el primer contacto con los brazos  con su madre se sintió amada de inmediato, su abrazo era cálido y cargado de tanto amor que Ellie no pudo resistirse y se soltó a llorar con tanto ímpetu que creyó que se le iba el alma en ello.

Podía que no recordara a su madre, pero a pesar de ello sabía que amaba a esa mujer y que ella también sentía lo mismo y eso era lo único que importaba en ese momento.

Una Segunda OportunidadWhere stories live. Discover now