Capitulo 9 (Sin Editar)

4.4K 402 44
                                    


Seis años después

- Mami, mami, mami

Ellie se giró al escuchar la voz de Christopher, su pequeño hijo de cinco años, su pequeño ángel.

- Hola mi amor - le dijo ella ofreciéndole un gran abrazo cuando este corrió hasta donde ella estaba.

- ¿Te gusto el poema que recite para ti? - le pregunto su pequeño.

- ¿Qué si me gusto? Por Dios, me encanto.

Estaban en su recital de invierno en el jardín de infantes y Chris dijo el poema más bello que jamás había escuchado.

- ¿Dónde está la tía Leila? - le pregunto el pequeño rubio de ojos tan azules como el cielo.

- Tuvo que trabajar, pero me pidió que te diera un beso gigante.

Ellie le lleno las mejillas de besos y Chris no dejaba de reírse.

- ¿Vas a estar todo el dia conmigo?

- Claro que si - le respondió ella

Su jefa le había dado el dia libre ya que nunca era de andar pidiendo permisos para nada, pero Paige la conocía bien así que no tuvo que insistirle mucho.

Ella y Leila trabajaban en un catering service desde hacía ya cuatro años y eran unas empleadas ejemplares. Incluso tanto, que Leila recibió una promoción recientemente

La paga era buena, y además tenían comisiones jugosas cuando servían en eventos privados. No podía quejarse.

Había decidido sacar sus estudios mientras estuvo embarazada de Chris y se sentía tan orgullosa de que dos meses atrás había finalizado el bachillerato.

Se sentía muy bien porque le estaba dando un gran ejemplo a su pequeño.

Paso la tarde con su hijo en el parque y verlo a él feliz era su felicidad también.

- ¿Mami puedo ir al baño? - le pregunto el pequeño haciendo mil y unas caras graciosas.

Ellie no podía evitar aun sentirse incomoda de dejar a su hijo solo, aunque fuera para ir al baño, pero poco a poco iba superando ese temor.

- Te esperare justo aquí - le dijo ella poniéndose en la puerta del baño de hombres.

Chris entro al baño y en ese momento sintió un ataque de pánico.

- Ya saldrá - le dijo una mujer de una edad similar a la de ella mientras un niño un poco más grande que Chris entraba al baño y ella se cuadraba a la par de Ellie.

- Gracias - le sonrió Ellie con cortesía.

- Era más fácil cuando eran pequeños y una podía meterlos al baño de mujeres.

Chris salió unos minutos después como si nada.

- Tengo hambre mami - le dijo él frotándose la panza.

- Vamos - le dijo ella tomándole la mano y llevándoselo al restaurante.

Paso una tarde maravillosa en compañía del pequeño. Adoraba tanto a ese chiquillo.

Cuando nació creyó que le recordaría solo malos momentos, pero se equivocó; con el nacimiento de Chris, los malos momentos iban haciéndose solo recuerdos molestos y borrosos de los que no valían la pena recordar, solo contaba ese momento en que sostenía a su pequeño en brazos.

Una Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora