Capítulo 19 (Sin Editar)

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Ellie jamas en la vida estuvo tan feliz de llegar a su trabajo, pero apenas puso un pie en el edificio de dos plantas su cuerpo se lo agradeció.

Afuera en la calle, estaba haciendo un frío del demonio, y ella era la única loca que andaba un vestido corto y una frágil chaqueta como abrigo.

La calefacción del lugar la hizo volver a entrar en calor y dejó de castañear los dientes.

Su compañera Rose se la quedó viendo con la boca abierta.

-¿Te quieres morir de hipotermia, mujer?

Ellie le dedicó una mirada alegre.

-Vamos a que te cambies, por suerte para ti, siempre tengo una muda de ropa extra conmigo- la chica iba hablando sin parar y Ellie buscó a Leila con la mirada.

-¿Dónde está Leila?- preguntó entonces cuando desistió de la búsqueda.

- Anda con la organizadora del evento del dia de acción de gracias la localización nueva- le informó Rose. La chica había dicho que traía consigo una muda de ropa extra y lo que Ellie vio fue un armario completo; esa chica podría hacerle competencia a William R Stewart.

La sonrisa se dibujo sin quererlo en los labios de la joven al recordar a su caballero de blanca y almidonada armadura.

Tenía que llamarlo en algún momento para dar señales de vida, pero primero debía ponerse ropa adecuada para no morir de frío.

Fue una lucha entrar en los jeans ajustados de Rose y más si se añadía el hecho de que andaba ropa interior masculina y se le recogía por todos lado.

Cuando se colocó el abrigo de suave algodón, recordó la sábanas de la cama de William y deseo estar enredada nuevamente en ella.

Estaba claro que ese día no podría trabajar al cien por ciento concentrada ya que cualquier detalle, por mínimo que fuera le recordaba a Will.

En compañía de Rose, la morena bomba sexual de ojos almendrados, se marchó al salón central que estaba ubicado en el segundo piso, para así ir capacitado a los nuevos compañeros que reemplazarían a tres personas que habían abandonado el trabajo la semana anterior.

Ellie adoraba ayudar a los demás, más aún cuando estos se encontraban perdidos sin saber que hacer.

Estaba enseñando a sus nuevos compañeros el protocolo para servir la mesa cuando una mujer rubia, despampanante apareció en la entrada del salón acaparando la atención de todos.

Ellie la reconoció de inmediato, era la misma mujer que había quedado inconsciente en el baño la noche anterior en el restaurante. La amiga de Will y su familia.

La chica se sorprendió de verla ahí y no en un hospital a cómo debería de ser después de ver en el estado en el que se había encontrado la noche anterior

Ellie se le acercó y la mujer le sonrió al verla acercarse.

-Supongo que tu eres Ellie- su voz era suave y delicada, invitaba a la calma

-Si, soy Ellie- la joven no estaba del todo segura de su debía fiarse de la mujer; ella era familiar de la loca de Lori, así que bien podía estar ahí, frente a ella para reclamarle por cómo había tratado a su arrogante sobrina.

-Will me ha habló mucho acerca de ti está mañana. Me dijo que tú me ayudaste cuando perdí en conocimiento - Ellie se relajó un poco al oír las palabras de la mujer y su corazón se aceleró al oír el nombre de Will.

-Espero que se encuentre mejor-la ojiazul le ofreció una sonrisa amable.

-Fue un simple desmayo debido al cansancio, pero a los médicos les encanta exagerar las cosas para así tener que hablarle a uno en esos términos clínicos que al final no entendemos nada...

Una Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora