Una Segunda Oportunidad

Capítulo 23 (Sin Editar)

Desde el inicio de la mañana Ellie comenzó a sentirse incómoda, algo le decía que las cosas no estaban bien del todo.

Habia llamado a Will en la mañana como de costumbre, pero algo en su tono de voz la hizo percatarse de que algo no estaba bien y presentia que ella tenía que ver con eso.

Will, en lo que llevaban de conocerse jamás le había hablado de esa manera asi que Ellie empezó a ponerse nerviosa.

Para la tarde, cuando ya habia terminado su trabajo, decidió llevarle algo de comer a Will al hospital, había dicho que se quedaría de guardia así que debía alimentarse con algo más decente que lo que sacaba de las maquinas del hospital.

Estaba en la recepción del hospital esperando a que el enfermero que estaba a cargo le dijera en que área estaba el consultorio de Will.

El hospital era un lugar precioso, justo como los hospitales que salían en los programas de televisión, puertas corresizas transparentes, pisos blancos bien pulidos, los doctores y enfermeras perfectamente arreglados.

¿Por qué el hospital al que ella acudía para los chequeos rutinarios de Chris no eran igual a ese?

Claro, recordó que ese era un hospital privado.

-Señorita -el chico larguirucho que la estaba atendiendo llamó su atención-. El doctor Stewart salió hace más de dos horas de su última consulta.

Ellie frunció el ceño, extrañada por las palabras del joven.

Tenía que haber una equivocación, Will debía estar en otra área del hospital, ya que él jamas se atrevería a mentirle.

-¿Está seguro? -insistió ella.

El muchacho revisó nuevamente en el computador y asintió con vehemencia.

-Gracia -murmuró la ojiazul entonces, dándose la vuelta.

Camino a paso lento mientras miles de ideas pasaban por su cabeza.

¿Habría ocurrido algo en su casa?

¿Alguna emergencia fuera del hospital que requiriera de sus servicios?

O, ¿le había mentido deliberadamente?

El corazón de Ellie se aceleró ante esa opción pero se dijo a si misma que no debía preocuparse por eso, Will no era una persona mentirosa y debía tener una explicación razonables del por qué no estaba en el hospital.

Se aferro a ese pensamiento y se marchó a casa para ayudar a Chris con su traje de navidad que le estaban pidiendo en la escuela.

Con forme avanzaban las horas, la angustia de Ellie se hacia más grande, por lo general William la llamaba en las noches para ver que tal estaba todo, pero esa noche en particular no hubo ni siquiera un mensaje.

Decidió esperar un poco más a ver que pasaba.

Término con Chris la tarea, avanzaron bastante en el bendito traje, Chris cenó y se fue a la cama. Y aun nada.

Ya no era la duda la que estaba matando a Ellie, sino los nervios y miedo de que algo malo le hubiese ocurrido a su novio.

Espero una hora, dos horas, tres horas y no habia noticias, así que se armó de valor y llamó a casa de este pero no obtuvo respuesta alguna, marcó a su celular, pero tampoco hubo nada, así que llamó a casa de los padres de Will y al instante, la voz de Bárbara se escuchó al otro lado del auricular.

-Hola Bárbara soy Ellie.

-Ellie, querida, ¿cómo estás? -la voz de la mujer no se escuchaba ni preocupada ni nada por el estilo.