Capítulo 29 (Sin Editar)

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-Pasen -Ellie le dio paso a la pareja para que pudieran entrar a su casa.

Aún no salía de shock de ver a Gabe junto con su esposa. No estaba celosa, no por Dios, pero si era algo sumamente extraño de estar viendo.

Leila se asomó y abrió muchísimo la boca y no se molesto en disimular su sorpresa.

-¿Qué mierda...?

-Ella es Leila -le dijo Gabe a su esposa.

Leila buscó respuesta en Ellie pero esta se encogió de hombros sin saber que decir.

-Ahora si que me has sorprendido, Adam -la ojiverde lo abrazó con fuerza y bastante familiaridad.

Ellie no podía despegar la mirada de Alana, la esposa de Gabe, o Adam.

Era una mujer muy bonita, parecía ser amable por como sonreía ante el entusiasmo de Leila con su marido.

Ellie sentía el estomago revuelto y creyó que vomitaría en cualquier momento.

-Leila, ella es Alana, mi esposa -Gabe le presentó a la mujer.

-Hola, Alana, mucho gusto -Leila le extendió la mano a la esposa de su amigo.

-El gusto es mío, Adam me ha hablado muchísimo acerca de ustedes -la voz de la mujer era suave y cálida.

Gabe se dirigió a Ellie y su ceño se frunció ligeramente al ver la falta de emoción de su vieja camarada.

-¿Estás bien, Ellie? -preguntó acercándose a ella. Su mujer no parecía preocupada ante el acercamiento entre ambos.

-Sí -susurró ella con la voz ronca, mientras trataba de mantener la compostura -. Es solo que he tenido un día muy pesado en el trabajo -mintió -. Hola, Alana -esta vez se dirigió a la mujer embarazada -, me da gusto conocerte -fue todo lo que pudo decir.

-Igualmente, Ellie -la mujer le sonrió más abiertamente.

-¿Alguien quiere una taza de té? -Leila ofreció para llenar el silencio que se había formado en la sala.

- Por favor -aceptó, Alana.

-Vamos -Ellie. Los guío hasta la no muy lejana cocina y los cuatro se sentaron a tomar el maldito té.

- Creo que debo ir a recoger a Chris a la escuela -se apresuró a decir Leila al ver que el asunto era con Ellie y no con ella.

Ellie maldijo mentalmente a Leila por dejarla sola en esa situación tan incómoda.

-Lamento si te sientes incomoda -Alana se disculpó en voz baja.

Ellie se sintió una mala persona al ver la cara abatida de la mujer embarazada.

-No, tranquila -le pidió Ellie -. Es solo que... no...

-¿No te lo esperabas? -preguntó Gabe.

"¿Tú que crees?, pensó con ironía.

-Realmente no -aceptó.

-Es mi culpa -confesó Alana -. Le insistí tanto a Adam para que me trajera a conocerte. Quería agradecerte en persona.

-¿Agradecerme? -eso sí que la sorprendió.

-Conocí a Adam hace cuatro años -comentó la mujer, tomando la mano de su esposo, Ellie siguió el movimiento con la mirada -. Ambos asistíamos al mismo grupo de apoyo. Yo acababa de perder a mi esposo y este chico me ayudó mucho - Gabe le besó la mano -. Nos hicimos muy amigos y con el paso del tiempo decidió confiar en mí y me contó la verdad sobre su pasado y me contó sobre ti. Me contó de como le salvaste la vida en más de una ocasión y te quiero agradecer por eso, porque gracias a ti, él esta aquí.

Una Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora