Capítulo 38 (Sin Editar)

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Will abrió los ojos después de un largo y placido sueño y toda la habitación estaba a oscuras.

Tomó el mando a distancia que tenía en una de las mesas de noche y encendió apenas las luces. Lo primero que vio fue el rostro de Ellie, con los ojos cerrados y su respiración acompasada que dormía cómodamente boca abajo junto a él.

Acarició su espalda desnuda y sintió bajo su tacto como se le erizó la piel. La joven se quejó pero sonrió.

- Hola princesa - dijo apartándole los cabellos de la cara.

- Hola - lo saludo ella sin abrir los ojos.

- ¿Quieres dormir un poco más?

- ¿Qué hora es? - Ellie se restregó los ojos y se estiró plácidamente en la cama.

- No lo se pero ya es de noche.

Will se levantó y se puso su ropa.

- Vamos para que comas un poco - el joven ayudo a Ellie a ponerse de pie.

- Si, tengo un hambre feroz - Ellie bostezó abiertamente.

Estaba toda desaliñada con el cabello revuelto en la cara, los ojos algo hinchados aun, pero para Will ella era en ese momento la mujer más preciosa del mundo.

La joven se colocó la bata de baño y ambos, tomados de la mano se dirigieron a la cocina.

Will no era la persona más diestra para las artes culinarias pero gracias a la ayuda de Ellie se las arreglo a la perfección. Juntos prepararon una cacerola de pollo con verduras al vapor deliciosa y mientras comían William se percató de que Ellie sonreía para si misma.

- ¿Se puede saber el por qué de tanta alegría? - indagó él después de dar un trago a su jugo de piña. Ellie no podía beber alcohol por su estado así que él tampoco lo haría.

Ellie lo volteo a ver y sus bellos ojos azules brillaban con una chispa que jamás había visto en ellos.

- Hoy vi a mi madre - sus labios carnosos se curvaron en una gran sonrisa -, bueno no la vi en persona...más bien fue a través de la computadora - explicó ella aun más emocionada -. Will, fue... grandioso, al principio sentí temor de no agradarle pero no fue así, cuando la vi fue como si ella y yo jamás nos hubiésemos separado. Tuvimos una charla bastante tranquila... Y Chris, él no dejaba de preguntar porque llorábamos ambas.

Will no podía dejar de verla y sonreír. Jamás, en el tiempo que llevaba de conocerla la había escuchado hablar de esa manera tan animada, con alegría genuina en el tono de su voz. Al fin estaba abriéndose a mundo a como era en realidad, una chica con una personalidad alegre que hacia que cualquier hombre quisiese ponerse a sus pies.

...Me ha dicho que me presentará a mi padre y a mi hermana la próxima vez que hablemos - concluyó ella casi pegando brincos en la silla.

Su pecho se alzaba con rapidez debido al estado de excitación en el que se encontraba al hablar de su madre.

- Me encantaría conocerlos también - Will le tomó las manos y las beso.

- Tú ya conoces a mi madre - dijo ella después de tragar la comida que tenía en la boca. Al ver la cara de interrogación de Will ella se apresuró a explicarle -. ¿Recuerdas a la mujer a la mujer que estaba hablando conmigo en el parque el día que fuimos con Chris y Jesse? - Will asintió con la cabeza, recordaba vagamente a la señora de aquel día -. Pues da la casualidad de que ella era mi madre.

Will ahora si que se quedo sin palabras ante esa extraña casualidad. Pero si Ellie estaba feliz con eso él también lo estaba.

La joven continuó hablando de todo lo que le había dicho su madre y Will se percató de que con forme más hablaba más comía así que él no hizo ningún ademan en interrumpirla.

Una Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora