Capítulo 13 (Sin Editar)

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Liam:


— Amor, ¿qué está pasando?

Nicole, su esposa se le acercó y se sentó en el suelo a la par de él.

Era una mujer baja de estatura comparado con él, cabello rizado castaño oscuro, que por lo general lo andaba suelto, de tés clara, con unos ojos marrones que  siempre eran empañados con unos lentes, tenía unas curvas bastante pronunciadas que le habían quedado después del embarazo. Era perfecta.

Estaban en casa tomando una copa de vino después de un largo día de trabajo

- Nikki, creo que la encontré - susurró Liam, cerrando los ojos y reposando la cabeza sobre las piernas de su esposa.

- ¿En serio? - la mujer de bellos ojos marrones abrió mucho los ojos debido a la sorpresa.

Liam estaba tratando de procesar toda la información que había recibido varias horas atrás pero simplemente no entendía.

Desde hacía dos semanas que no podía dejar de pensar en Ellie Rainer; la bella castaña, ojos azules - casi tan claros como los de él -.

Era una mujer preciosa, de eso no había dudas, pero no fue su belleza física la que llamo su atención, sino que era algo más... Había cierta familiaridad en ella. Y desde ese momento los recuerdos tormentosos del pasado comenzaron a surgir con más fuerza que antes.

Cuando la chica se presentó como Ellie Rainer, a Liam, casi se le cae el alma a los pies.

Había oído ese nombre seis años atrás en un testimonio, pero nunca fue capaz de dar con su rastro.

Tres semanas atrás había tenido información de un amigo en New York acerca de una Ellie Rainer, que coincidía bastante con el perfil que él estaba buscando.

Había pedido que le buscaran información de todas las Ellie Rainer que hubiese el New York y coincidieran con el perfil de su hermana- para suerte de él solo había cinco en el radio de su busqueda, tres de ellas no coincidían con la chica que él buscaba y una estaba muerta.

Necesitaba con desesperación creer que Ellie Rainer, era su hermana.

Cuando Kendall desapareció, ella había tenido seis años solamente, él ya tenía quince años y se suponía que debía cuidarla, pero en esa época estaba más ocupado en las chicas que en cuidar de sus hermanas.

Lo último que supo de ella fue que estaba jugando en el jardín trasero de la casa de la abuela, mientras que él estaba con su novia Lisa, en la sala de estar. Se percató de la ausencia de Kendall cuando su hermana Quinn, llegó a la casa muy molesta porque a Liam se le había olvidado ir por ella a la práctica de soccer.

La buscaron hasta agotar los últimos recursos, la policía la buscó por más de ocho años y no había un solo rastro que pudiera indicarles que fue de ella. La maldita tierra se la había tragado.

Liam nunca dejó de culparse por lo ocurrido; sin tan solo hubiese...

Siempre se decía lo mismo y siempre llegaba a la misma conclusión: el "hubiese" era tan relativo.

Kendall había sido arrebatada de sus vidas por su descuido.

- ¿Le dirás a tus padres y a Quinn? - Nikki lo sacó de sus pensamientos.

- Aun no, quiero estar cien por ciento seguro.

- ¿Y cómo va el porcentaje?

- Setenta a treinta; a favor - murmuró Liam, mientras volvía abrir el expediente de Ellie Rainer que tenía a la junto a la chimenea.

Una Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora