Capítulo 28 (Sin Editar)

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Apenas estaba miércoles, tres días después de que se despidió temporalmente de William y Ellie no estaba sintiéndose muy bien que digamos, los dolores de cabeza estaban acabando con ella y eso sin mencionar el trabajo, la búsqueda de local para su empresa, las constantes visitas de Liam a su casa -cosa que ya no le desagrabada tanto ni a Leila ni a ella, incluso Chris estaba más que animado al ver al hombre cerca-, Gabe, había prometido volver pronto y Ellie había aceptado verlo sin problema alguno. Había estado perdiendo el apetito y lo único que podía mantener en su estómago eran galletas saladas, agua y pastillas para el dolor de cabeza. El combo perfecto. El cansancio era más notorio en ella, las ojeras azuladas debajo sus ojos no mentían.

Liam le había propuesto llevar a Chris a un psicólogo para que le ayudara al pequeño a comprender cosas que Ellie no se atrevía a decirle debido a la delicadeza del tema y Ellie, algo reacia acepto, si estaba dispuesta a que Chris conociera a los demás integrantes de su familia, necesitaba prepararlo muy bien para eso, y ella no se sentía con las condiciones para hacerlo.

Incluso, ella había decidido tomar terapia para ayudarse a si misma en el proceso de conocer a su familia.

Extrañaba a William cada segundo del día, pero a como se lo había dicho a él, no se iba a dar por vencida con su relación, Will la amaba y ella a él y no iba a renunciar a esa relaciona así tan fácil.

Se encontraba trabajando, arreglando los menús del evento del fin de semana importante de Paige, cuando está les pidió hablar con todos.

-Este será el último evento en el que contaremos con Ellie y Leila como parte de nuestro equipo -la pelirroja era una mujer bastante fuerte y orgullosa, y el verla con los ojos empañados por las lágrimas conmovió a Ellie hasta el punto de hacerla llorar.

Demonios. No deseaba llorar en presencia de sus compañeros.

-Oh, no llores, Ellie -Rose corrió a abrazarla.

-Niña, prometeme que no te meteras en problemas -sollozó Ellie, escondiendo el rostro entre los cabellos oscuros de su compañera. Detestaba que la viera llorar.

-Te lo prometo.

-Basta de lágrimas ustedes dos -Leila las regañó, a pesar de que ella también estaba llorando.

Ellie apreciaba mucho a todas esas personas, habían sido grandes compañeros y amigos durante varios años y despedirse de ellos hacia que sintiera que estaba dejando una parte de si misma en ese lugar.

-¿Paige, dónde es ese evento? -preguntó Leila para dejar las lágrimas a un lado.

-Es en la reinauguración de un restaurante muy importante en el centro de la cuidad. La dueña es Elena Evans -su aún jefa continuo hablando pero Ellie dejo de escucharla.

¿Elena Evans? ¿Acaso era la misma Elena que ella conocía?

-¿Elena Evans? -preguntó Ellie con intriga.

-Si, es la dueña de una cadena de restaurantes muy prestigiosa en el país, creo que tu la conoces -Paige parecia extasiada al hablar de Elena Evans.

-Vaya -exclamó Ellie, sorprendida por la extraña casualidad que su último trabajo sería en el restaurante de la tía de la loca de Lori.

-Sí bueno, debemos estar Preparados para esa noche, llegará gente muy importante -concluyo Paige.

Todos sus compañeros continuaron hablando acerca del gran evento mientras que Ellie no de baja de pensar en esa extraña casualidad de la vida.

Se preguntó si Will estaría presente en esa fiesta.

Termino su jornada laboral totalmente agotada y no entendía porque si no había hecho gran cosa.



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