Una Segunda Oportunidad

Capitulo 7 (Sin Editar)

Dos meses después

Kendall estaba nerviosa y Rachel no decía nada.

- Dime que ocurre por Dios - le pidió Kendall.

- Estás embarazada - le susurro su amiga.

- ¿Qué?

Kendall sintió un gran malestar al escuchar eso.

Siempre había sido demasiado cuidadosa con el hecho de no quedar embarazada. Las chicas que quedaban embarazadas eran obligadas a entregar a sus bebes a James y nunca más los volvían a ver. Otras morían en labor porque no tenían las atenciones adecuadas.

Las lágrimas se acumularon en sus ojos. Eso no podía estar pasándole.

- Esto no puede ser verdad, Rachel - gruño frustrada -. Solo nos quedan semanas para salir de aquí.

Desde hacía dos meses se las había arreglado para poder meterse en la misma habitación que Rachel con ese cliente que les daría los documentos falsos.

Era un hombre bastante tosco, pero supieron tratarlo y poco a poco se fueron ganando su confianza.

El hombre había aceptado hacer los documentos de Rachel, Gabe y ella con la condición que solo estuvieron Rachel, ella y el hombre. No quería a otro hombre tocando lo que él quería tocar.

Les había dicho esa misma mañana que los documentos estarían listos en tres semanas a más tardar.

- ¿Te has cuidado bien cuando estas con James? - Kendall asintió - ¿Y con Gabe? - también asintió con la cabeza.

Recordó dos hechos que al principio le preocupo, pero que después pasaron a segundo plano.

No se había cuidado cuando se metió ella misma a la cama de James. No uso ningún tipo de protección.

Tampoco se había cuidado la primera vez que hizo el amor con Gabe.

- ¡Maldita sea! - gruño -. Hubo dos veces que no me cuide - murmuro.

- Dime que fue con James - le pidió su amiga.

- Y con Gabe también.

- Diablos, Kendall - la regaño Rachel -. Se te puede olvidar ponerte pendientes, pero no usar un condón, al menos no en este maldito lugar.

- Lo sé, lo sé - lloro Kendall.

- James no se puede enterar de esto - le dijo mientras la abrazaba.

- Eso también lo sé.

Si James se daba cuenta de que estaba embarazada no sabía cómo reaccionaría.

Kendall comenzó a sospechar que algo no andaba bien cuando empezó a vomitar absolutamente todo lo que comía y bebía, creyó que se debía a los efectos secundarios de la droga que había consumido, pero ya después de dos semanas seguía igual así que le pidió a Rachel que le pidiera a alguno de sus clientes una prueba de embarazo.

La maldita cosa no tardo ni diez segundos en dar positivo.

Estaba esperando un hijo de su secuestrador o de su novio.

Se puso a llorar y Rachel la abrazo, dándole consuelo.

- No puedes decirle nada a Gabe - le dijo su amiga.

- ¿Por qué no? - le pregunto ella.

- Espera a que estemos fuera de aquí, si se entera de que estás embarazada en estas estancias podría suponer un riesgo a nuestro escape.