Nightmares ➽ Finnick Odair. [#1]

XIX.

❝ La cosecha.❞

Hace tres semanas ya, que habían presentado la nueva modalidad del Quarter Quell. Los tributos serán cosechados de la lista existente de vencedores. Me parece completamente ridículo. Sin embargo, no estoy asustada en absoluto. Sí hubieron días en que me sumí en absoluta tristeza, no por las posibilidades de volver a la arena, no, si no por los recuerdos que esto me trae.

Ahora mismo me encuentro sentada en una banca, en el cementerio del Distrito 5, frente a las lápidas de mi familia. Es otoño, hace un clima fresco, acaba de llover y el viento zumba en mis oídos, el cielo está completamente cubierto de espesas nubes grises, que logra reconfortarme un poco, ya que es uno de los climas que más me gustan.

El recuerdo de estar aquí es completamente amargante, pero no puedo evadirlo el resto de mi vida. Vengo, no tan seguido como antes. Antes necesitaba de ellos de manera exagerada. Los buscaba. Quería volver a verlos, cada día, cada hora, era como una obsesión. Una mala y enfermiza obsesión.

Con el tiempo, comprendí que ellos no regresarían, por mucho tiempo que me quede en el cementerio a suplicar alguna señal de su parte, yo no los volvería a ver. Con un poco de suerte, sólo los vería en mis sueños, y por un regalo, en las fotos.

Me entristece tanto que poso mi vista en la tumba de mis hermanos;

«En memoria a Jimm y Matthew Kreane. Hermanos de familia y honorables muchachos»

Siento a mi corazón romperse lentamente. Y a los nudos subir por mi garganta. Las lágrimas se acumulan en mis ojos. Desvío mi vista a la de mis padres.

«Recordamos con amor a William y Elizabeth Kreane. Padres ejemplares y personas honestas»

Sollozo. Mi corazón se rompe por completo. Una lágrima larga cae por mi rostro. Seguida por las demás, y un llanto lastimero emerge de mis más amargos y a la vez felices recuerdos.

El viento frío sopla y hace que me encoja dentro de mi abrigo;― La historia vuelve a repetirse, papá ―Digo con voz temblorosa. Como si de antemano supiera, que yo iría de nuevo a la arena― Pero les prometo.. les prometo que ésta vez será diferente.. ya no habrá niñita débil.. no ―Con vista borrosa miro cada uno de sus nombres y como una promesa digo― Van a tenerme miedo, y cuando pronuncien mi nombre; temblarán, y si voy, no voy a permitir de ninguna manera que sangre inocente se derrame, no de nuevo.

Me levanto de la banca, coloco flores sobre sus tumbas. Les doy una última mirada y salgo de ese lugar.

En el camino de vuelta a casa pienso en la charla que tuvimos con el resto de los vencedores. Malcolm, es el nombre de uno de ellos. Nos metió en las ruinas de lo que fue un edificio en una zona completamente abandonada y alejada del centro del distrito 5, y comenzó a hablar, como general de guerra acerca de que, cualquiera de nosotros, no puede ir fuera de forma a la arena, no puede ir sin saber defenderse con su propio cuerpo, de que algo grande se acerca, mucho más allá de los juegos, del capitolio, del Quarter Quell.