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Zayn perdió el poco control que había en él, cuando aquellos suaves labios se movieron de manera exigentes sobre los suyos. Casi desesperado colocó una de sus manos sobre la nuca de ella, manteniéndola inmóvil para su beso. Con su otro brazo libre, rodeó su cintura, acercándola a él, casi levantando sus pies del suelo.

Ella respiraba a través de él, no podía ser de otra forma. Rodeó su cuello con ambos brazos, acercándose tanto como era posible. La lengua de él invadió su boca, llenándola de su sabor. Un sonido suave, quebrado salió de ella, para terminar en la boca de él. Zayn se movió un poco y la apoyó contra la puerta que estaba detrás de ellos. Tomó su labio inferior entre los suyos, saboreándola, tratando de controlar el movimiento. La morena gimió nuevamente y abrió sus ojos cuando los labios de él se alejaron un poco.

-Por favor, no te detengas, no... no tengas más miedo de hacerme daño, Zayn -mientras decía cada palabra besaba sus labios sin apartar los ojos de él.

Zayn respiraba trabajosamente, y por cada vez que ella lo besaba, implorándole con la mirada, acababa un poco más con su control. Cerró los ojos y apoyó la frente sobre la de ella. La mano que estaba en su femenina nuca subió, enterrándose en su cabello, deteniéndola.

Mia estaba agitada, lo miró fijo, esperando a que dijera algo.

-Demonios -murmuró él y volvió a atrapar sus labios.

-Sí, Zayn, al demonio con todo, mi amor...

Él rió sobre su boca, acariciando su nuca. Ella sonrió entusiasmada. Sentía la adrenalina del momento, aquellas molestas pero a la vez agradables cosquillas en medio del estomago. Zayn se alejó de ella y al instante echó en falta su calor. Abrió la boca para protestar pero él la detuvo colocando un dedo sobre sus labios.

-Vamos -le dijo y tomó su mano.

Caminó rápidamente hacia la habitación. Mia soltaba risitas nerviosas una vez que estuvieron dentro y la puerta se cerró detrás de ellos.

Él se giró a verla y tiró de ella hasta que chocó con su cuerpo.

Mia suspiró y apoyó las manos sobre su masculino pecho. Llevó las mismas hacia el cuello masculino y comenzó a desabrochar los botones de aquella aburrida camisa que él se había puesto para asistir al cementerio.

-He pensado muchas veces en esto -le confesó con la mirada clavada en el trabajo que hacían sus dedos y llegó al siguiente botón.

Zayn respiró profundamente y antes de que ella llegara a la mitad de su pecho tomó sus manos, deteniéndola. La morena lo miró sorprendida.

-Esto no se hará a tu manera, preciosa -su voz sonó ronca y grave a causa del deseo que sentía. Y era porque tenía una pequeña fantasía sobre ella y el hecho de que hiciera lo que él le pidiera.

Mia sintió un suave calor recorrer su cuerpo. Primero en su vientre, luego en su pecho, hasta llegar a sus mejillas. Su respiración volvió a agitarse, haciendo que su pecho subiera y bajara notablemente. Se relamió los labios, ya que los sentía secos.

-Entonces, ¿Cómo se hará? -le preguntó haciendo todo lo posible por sonar normal, aunque los nervios la estaban consumiendo.

-Yo me quedaré extremadamente quieto, y te observaré mientras tú te quitas esa bonita ropa para mí.

Ella se estremeció de pies a cabeza y sintió la respuesta a aquellas palabras en su cuerpo. Zayn se alejó y caminando hacia atrás llegó hasta la enorme cama, en donde se dejó caer de espaldas. Tomando una pose total y completamente relajada, colocó aquellos fuertes brazos detrás de su cabeza y la miró. Ella estaba quieta con los brazos a los costados. Su corazón latía rápido. Lo observó, parecía tan tranquilo. Y si no fuera por el bulto en sus pantalones, que demostraba su excitación, pensaría que él no estaba ansioso como ella. Pero sí lo estaba, aquello era un teatro. Él estaba ansioso, más que ansioso. Las manos le sudaban. Necesitaba tocarla, sentirla lo antes posible. Pero quería aquello. Le gustaba el juego.

It's Complicated  » ZaynWhere stories live. Discover now