¡Nooo, no podía nacer ya!

Divisó frente a ella un viejo auto que estaba estacionado sobre la vereda. Había dos hombres mayores delante de él, charlando tranquilamente. Se acercó a ellas sin hacer demasiado ruido. El hombre más alto fue el primero en notar su presencia.

-Por favor... -dijo agitada -Acabo de romper bolsa. Necesitaría algún teléfono para pedir ayuda...

-Por Dios, niña... Tardarán demasiado en llegar, ¿quiere que la llevemos al hospital? Acabamos de terminar de arreglar a la vieja chata.

Los ojos de Mia se iluminaron, y una voz en su cabeza gritó ¡Sí!

-¿Harían eso por mí? -inquirió.

-Claro que sí -dijo el hombrecito más bajo y se acercó a ella para ayudarla a caminar. Mia le agradeció por lo bajo y caminó colgada de su brazo.

-Suba al auto -dijo el otro y abrió la puerta.

Mia se sentó con un poco de dificultad en la parte trasera, agarrándose con firmeza el vientre.

-¿Tienen un teléfono celular? -les preguntó -Necesito avisarle a alguien de todos modos.

-Si, niña -el hombre alto sacó un pequeño celular y se lo tendió -¿Cómo es su nombre?

-Mia -respondió apretando los dientes. Otra contracción acababa de acudir a ella.

-Él es Carl y yo soy Paul -dijo el hombre más bajo mientras se sentaba frente al volante.

-No pierda la calma, pronto estaremos en el hospital -dijo Carl.

-Gracias -murmuró y con manos temblorosas comenzó a marcar el único número que en ese momento tenía en mente. Sonó una, sonó dos...

-Alexander Pettyfer -contestó al fin.

-Alex -susurró ella.

-¿Mia? -inquirió algo confundido.

-Alex... acabo de romper bolsa en la calle.

-Oh, Diablos ¿Dónde estás? -preguntó preocupado.

-Unos señores muy amables están llevándome al hospital -le contó -Alex, tengo miedo... no quiero que nazca sin cuidados.

-Tranquila... Si sientes contracciones, necesito que respires como lo hemos practicado. Eso te ayudará a controlarlos. Yo salgo ya mismo para el hospital...

Los ojos de la morena se llenaron de lágrimas. El auto en donde estaba metida se puso en marcha. Un tembloroso suspiro salió de sus labios.

-Mia, preciosa, no llores -le pidió él -Yo sé que estás asustada, pero por favor, no llores...

-No tenía que nacer hoy, Alex -lloriqueó.

-Lo sé.

-No este día, no hoy -las lágrimas salieron de sus ojos sin ningún control -Él no podrá estar y te juro que lo necesito tanto...

-Shhh -intentó calmarla -Él estará ahí, te lo juro.

-¿Sí? -inquirió mientras se sorbía la nariz.

-Sí -asintió -Ahora necesito que me digas cada cuanto tienes contracciones...

-Creo que cada quince minutos...

-Dios -susurró él y ella escuchó que buscaba algo y se abría una puerta.

-¿Es muy malo? -quiso saber.

-No, no, no -dijo rápidamente -Solo estate tranquila, Mia... Los nervios no ayudan a la bebé.

-Está bien -suspiró y cerró los ojos -Carl y Paul me están llevando al hospital - miró a los dos ancianos -Son señores muy bien parecidos...

It's Complicated  » ZaynWhere stories live. Discover now