-El jefe jamás volvió a ser el mismo después de esa noche -aseguró Tom -Y si la relación con su hijo era mala antes de eso, después fue muchísimo peor.
Zayn empezaba a comprender un poco todo lo que rodeaba a aquella familia. Se preguntó si Mia sabría la historia completa de la muerte de su abuela.
-Vaya que es una historia... complicada -dijo Malik.
-Sí -dijo Tina -Pero eso no justifica los errores que ambos hombres han cometido con Mia. Principalmente Robert. Él ha sido un pésimo padre.
-Lo sé... he tenido el desagrado de conocerlo y enfrentarme con él dos veces. Pero bueno, muchas gracias por contarme esto.
-Sabemos lo importante que es usted para la niña -dijo Tom -Le brillan los ojos cada vez que lo nombra.
-¿En serio? -inquirió divertido.
-Sí, le brillan los ojos, pero también aparece un poco de tristeza en ellos -remarcó Tina. Zayn asintió. Sabía muy bien el motivo: Perrie y la maldita boda.
-Todo va a mejorar, Tina -le aseguró -Te lo prometo.
*
*
Se despertó y sintió decepción al no encontrarlo a su lado. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que la noche ya había llegado al campo. Soltando un bostezo, se incorporó y se puso de pie. Al instante apoyó sus manos sobre su vientre.
-¿Ya no estás enojada? -le preguntó. Por suerte su panza ya no estaba dura como una roca y ya no había rastros de dolor. Sintió una pequeña patadita y sonrió -Bien, me alegro de que no tengamos más problemas, preciosa. Prometo no caminar tanto a partir de hoy.
Salió de la habitación y un suave aroma a comida le entró por la nariz. Sin pensarlo dos veces se encaminó hacia la cocina. Entró y divisó la mesa puesta, con dos platos, dos vasos, dos pares de cubiertos y un juego de velas en medio. Levantó la mirada y ahí estaba él, dando vuelta algo dentro del horno.
Zayn se puso de pie y miró hacia la puerta al escuchar el sonido de alguien ingresando. Sonrió abiertamente al verla allí.
-Buenas noches -la saludó y se acercó para besarla cortamente en los labios.
-Hola -dijo ella algo boba -¿Qué haces?
-Tina y Tom se han ido a comer afuera. Según ella hoy había un show de no recuerdo qué en el pueblito más cercano y casi amenazó a Tom para que fuera con ella. Y yo estoy preparando la cena para nosotros.
-Huele delicioso -aseguró y se alejó de él para tomar asiento -Muero de hambre.
-En cinco minutos va a estar listo -sonrió él y se sentó frente a ella -Has dormido bastante, preciosa.
-Sí, ¿verdad? No sé por qué, pero me siento muchísimo mejor.
-Eso es muy bueno, amor...
-Me hace sentir culpable que me llames así -dijo sin mirarlo a los ojos. Zayn estiró una mano y colocando un dedo debajo de su mentón, la hizo mirarlo.
-No, no quiero nada de culpas en esto. Ya no más. Es inevitable lo que sentimos, Mia. No tenemos la culpa. Así es la vida.
-Pareces muy seguro...
-Me cansé de sentirme culpable, Mia. Y por favor, no arruinemos esto hablando de lo que pasó, de lo que se viene y todo lo demás. Solo déjame mirarte y saber que me amas tanto como te amo yo.
Ella se mordió el labio inferior, para luego sonreír y acercarse a él para juntar sus labios. Se alejó levemente.
-¿Sabes? Voy a tener que prenderle una vela o algo así al ser milagroso que me hizo ir a esa fiesta ese día y conocerte.
-¿No será a Brittany a la que tienes que prenderle esa vela? - inquirió divertido.
-Me parece que sí -asintió y volvieron a besarse.
Zayn se alejó de ella a regañadientes ya que la comida iba a pasarse. Luego de cinco minutos colocó frente a la morena un enorme plato con una riquísima lasaña casera.
-Mi especialidad -dijo él orgulloso de sí mismo.
-Creí que solo sabías hacer omelet de jamón y queso -dijo ella y comenzó a cortar la comida.
-Bueno, mamá me estuvo enseñando un par de cosas nuevas. Dijo que es inadmisible que un padre no sepa cocinar para su hija. Espero haberlo hecho bien.
-Está riquísimo -aseguró ella una vez que tragó el primer bocado. Zayn también comenzó a comer. Hablaron de cosas simples y triviales. Rieron de Niall y Brittany, con sus constantes peleas por cosas sin sentido. Entonces él decidió preguntarle.
-Mia, ¿Qué sabes de la muerte de tu abuela? -le preguntó.
-¿De mi abuela Rebecca? -inquirió mientras terminaba de comer su postre.
-Sí, de ella -asintió.
-No mucho -contestó encogiéndose de hombros -Solo sé que murió en un accidente hace muchos años, cuando Robert era un adolescente. ¿Por qué?
-Tu padre iba en el mismo auto cuando tu abuela murió.
Ella lo miró fijo sin emitir palabra.
-¿Qué quieres decir?
-Al parecer tu padre estaba metido en las drogas cuando tenía quince años. Tu abuela estaba desesperada por hacer algo por él. Intervino yendo a buscarlo a uno de esos lugares en dónde se frecuentaba con gente de ese tipo. Era de noche y ella manejaba a toda velocidad. Al parecer discutieron, ella perdió el control del auto y chocaron contra otro... Tu abuela murió al instante, mientras que tu padre solo sufrió un par de heridas y perdió la consciencia.
-No puedo creerlo -murmuró sorprendida.
-Según Tina, la relación entre tu padre y tu abuelo se volvió insostenible después de eso. Él le echa la culpa de que Rebecca haya muerto.
-Por eso lo odia -susurró para ella misma -¿Quién te dijo todo esto?
-Tina y Tom -contestó.
-¿Por qué no me lo dijeron a mí? Se supone que es mi familia.
-Según Tina nunca preguntaste nada...
-Es verdad -asintió -Toda la vida me dijeron que había sido un accidente y que no tenía otra explicación. Ahora no sé que pensar.
-¿Te gustaría hablar con tu padre, Mia?
-No -contestó al instante -No quiero hablar con él, no quiero verlo. Para mí está muerto, Zayn. No tengo padre... Pero sí me gustaría ir a hablar con Anthony.
-Bien, si quieres mañana podemos ir juntos a la cuidad.
-Aun no estoy lista para ir -sonrió levemente -Dame un mes más...
-¿Un mes, Mia? ¿Qué voy a hacer un mes sin ti?
-¿Extrañarme? -inquirió divertida.
-Eres malvada -aseguró.
-Solo serán 30 días. Van a pasar volando, ya lo verás.