Capítulo 5: "Hey, quiero entrar al grupo."

Start from the beginning
                                    

***Fin del Flashback***

Kate concluyó su historia, y varias lágrimas rodaron por sus mejillas. Yo no sabía qué hacer, pero sabía que entre ellos dos hay una atracción muy fuerte, y quizá vaya mucho más allá de ser sólo una atracción.

—Tranquila, Kate —intentaba consolarla— muy en el fondo de tu corazón, sabes que él tiene razón ¿verdad?

—Quizá sí, pero ¿por qué no intentar? ¿Por qué rendirse antes de empezar? —se cuestionaba entre sollozos.

—Pero... hay varias cosas en las palabras de Jay que pueden ayudarnos a tomar una decisión.

— ¿Cuáles? Si lo único que hizo fue negarse a sentir algo por mí.

—Sólo hay que leer entre líneas, Kate. Te explico... el dijo que no debía dejarse llevar por sus sentimientos, lo que quiere decir que los tiene; que tiene sentimientos hacia ti, y lo confesó. También te dijo que eres hermosa y perfecta para él. Confesó que estaba nervioso y es más que seguro que fue por tu presencia. Y al finalizar mencionó, "desgraciadamente" entonces a él le gustaría que fueses mayor para poder intentarlo. Y si se niega a fijarse en ti, es porque corre un gran riesgo de llegar a enamorarse. ¿No lo ves así?

—Yo... no lo sé —contestó dudosa— no lo había visto de esa manera.

—No sé si hago bien en decirte esto, pero si ganas estaré contigo y si pierdes no te abandonaría; inténtalo. Es la única forma de saber que pasaría, aún no te rindas —dije tomando un mechón de su cabello rebelde y poniéndolo en su lugar.

—No lo haría —sonrío secándose el último rastro de lágrimas que quedaba en su rostro— lo intentaré, ¿me ayudarás en esto?

—Claro que sí —le devolví la sonrisa— de hecho, esta noche vendrá para contarme lo que ya me has contado tú. Pero de todas maneras, quería saber tu parte.

—Eso es grandioso.

—Si, lo es... Debo irme, tengo tarea.

—Gracias por todo —me abrazó y un poco sorprendida le correspondí el gesto— mejor hermana no pudo haberme tocado —susurró en mi oído.

—Te equivocas, la mejor hermana me tocó a mí —susurré de igual manera.

Nos soltamos de nuestro abrazo fraternal y me fui a mi habitación, lo de la tarea no era mentira y debía presentarla. Si bien no era la mejor en disciplina, siempre fui responsable con mis deberes y creo que eso me ha mantenido en el prestigioso instituto. Eso, y el dinero anual que donan mis padres para mejorar las instalaciones.

Decidí sacar mis apuntes y encender mi laptop, me senté en mi escritorio y así pasé la tarde entre apuntes e investigaciones sobre las diferencias del teatro antiguo y el teatro moderno. Una vez que había finalizado mi tarea, bajé y pude notar que Alex no se encontraba en casa, quizá lo que no salió en los últimos tres meses, es lo que está saliendo ahora.

— ¿Desea algo? La cena pronto estará servida —mencionó Antonieta al verme.

—No, nada. ¿Sabes donde esta Alex?

—No, salió después del almuerzo y no ha vuelto —y ahí recordé que si lo había visto salir— ¿algo más en lo que pueda servirle, señorita?

—No, puedes seguir con tus cosas.

Me lancé sobre el gran sofá y decidí jugar un poco, de verdad esta casa puede ser una mansión de lujo valorada en millones de dólares pero no tenía nada de divertido después de vivir aquí toda tu vida.

Me encontraba en el décimo cuarto partido de bolos en el Wii y volví a quedar segunda en la tabla de jugadores registrada, no podía rebasar el puntaje de Jay y eso me frustraba. Apagué todo y subí a mi habitación, revisé mi celular y encontré varias notificaciones de las redes sociales donde nadie me conoce pero se dan el lujo de comentar, compartir y likear mis publicaciones. Leí los mensajes de Whatsapp y respondí los más importantes, hasta que encontré varios mensajes en mi cuenta de Instagram de un mismo usuario, y era él, Bruno.

Infiltrada [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now