Capitulo 10 (Sin Editar)

Start from the beginning
                                    

- Este está demasiado guapo para dejarlo ir así nada más.

Ellie se rio por el dramatismo de Rose.

Estaba a punto de terminar su trabajo cuando recibió una llamada.

Chris.

- Hola mami - la saludo él.

- Hola cielo.

- ¿Mami ya vas a ir a ver cómo está la cachorra?

- Si cariño - le respondió ella.

- Gracias mami, la tía Leila vino a recogerme a la escuela.

- De acuerdo mi vida, iré a ver qué tal esta la cachorra y llevare comida italiana a casa.

Siempre que sobraba comida de los eventos se las regalaban a ellos para que llevaran a sus casas y no tener que botarla.

- ¡Qué rico! - grito su hijo.

- Hola Chris - grito Rose.

Ellie puso el altavoz.

- Hola Rose - respondió Chris con otro grito.

- El fin de semana iré al barrio chino, ¿no ocupas algo de ahí?

- Lo pensare y le diré a mamá - respondió Chris

- Adiós guapo - se despidió Rose.

Ellie quería mucho a Rose, era de una edad muy parecida a la suya - al menos la real -, y Rose adoraba a Chris y Chris a ella. Ellie sospechaba que Rose era el primer amor de su hijo.

Salió del trabajo y el clima estaba demasiado helado dado a que estaban en invierno, el viento hacia que el frio le calara hasta los huesos.

Corrió hasta llegar a la veterinaria donde habían dejado a la cachorra el día anterior.

Cuando entro se llevó una gran sorpresa de ver al galán de la mesa cinco hablando con el veterinario.

Él no la había visto así que decidió actuar lo más casual posible.

- Hola - dijo en un susurro a la recepcionista -. Quería saber cómo está la cachorra que traje ayer. Fue atropellada por un auto.

- Hola, linda - dijo la recepcionista en voz alta -. Ella está mejor, en realidad su dueño está aquí por ella... señor Stewart, ella es la señorita que trajo a su cachorra ayer.

Diablos. Que mujer más bocona.

Ellie se volteó para ver al galán.

- Hola otra vez - dijo él con una gran sonrisa en los labios.

- Hola - respondió ella.

- Que pequeño es este mundo - dijo acercándosele más.

- Ya lo creo.

- Soy William Stewart, mucho gusto - se presentó él.

- Ellie Rainer - dijo ella muy a su pesar -, ¿Cómo está Jingle?

- El doctor dijo que está mejorando, la podremos llevar a casa mañana.

- Qué bueno escuchar eso - dijo ella sinceramente aliviada -. Bueno, me tengo que ir, solo pasaba para ver que tal estaba la cachorra. Adiós.

- Espere señorita Rainer - dijo él saliendo a la calle donde ella.

Trató de ignorarlo, pero el galán se puso justo frente a ella.

- ¿Qué se le ofrece señor? - le pregunto Ellie tratando de mantener la calma.

- Llámame Will - le pidió él.

- ¿Necesitas algo Will? - se corrigió a ella misma.

- Quiera agradecerte por salvar a Jingle, es la cachorra de mi sobrina y estábamos desesperados porque no aparecía desde hace tres días.

- No fui yo quien la salvo - le respondió sin pensarlo.

- ¿Quién fue entonces? - le pregunto él con curiosidad.

Rayos, no le gustaba hablar con nadie acerca de Chris. Y menos con desconocidos.

- Mi hijo - dijo con renuencia.

- Bueno, pues dale las gracias de mi parte y de parte de mi sobrina Jesse - le sonrió él otra vez. Tenía unos dientes preciosos, blancos y rectos.

Ellie se mordió el labio inferior y decidió que ya había fantaseado demasiado con ese hombre.

- Me tengo que ir - repitió mientras se marchaba.

No se sentía cómoda en compañía de los hombres y menos que estos trataran de filtrar con ella.

Se sentía como una completa idiota.

Una Segunda OportunidadWhere stories live. Discover now