Capítulo 1: "El Gran Día"

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Llegué a mi habitación y Jay vino tras de mí, saqué mi chaqueta de cuero típica de una chica mala por mis hombros y Jay terminó el trabajo y solté un simple "gracias".

El es un gran amigo y muy apuesto, cabello castaño oscuro, nariz respingona, ojos oscuros y penetrantes, tez bronceada y músculos definidos, creo que supera el metro ochenta lo que hace que se vea aún más intimidante, pero no para mí. Lo conocí cuando era muy pequeña, apenas lo recuerdo y se quedó en mi vida hasta ahora que tengo 17, definitivamente es como otro hermano para mí.

Alcanzo a escuchar gritos de auxilio, provienen de la habitación de Alex esa voz es de... Kate.

- ¿Qué fue eso? -pregunta Jay a lo que no respondo porque me encuentro camino a la habitación de alado.

Al entrar lo único que veo es a Kate siendo torturada por Alex, este le hace cosquillas por todo su cuerpo. Veo el escenario y por lo que veo en el plasma logro descifrar que Kate le ganó una batalla de vídeo juegos y el mal perdedor busca revancha en un juego en el cual Kate no podrá ganar debido a su pequeño y débil cuerpo comparado con el tanque humano que es Alex.

- ¡Detente! La vas a asfixiar -le pido a Alex quien parece estar muy divertido. Jay solo observa la escena y esboza una sonrisa de lado.

- ¡Hermana! ¡Ayúdame, me matará! -ruega Kate, nuestra consentida hermana menor, ante los incesante ataques de Alex.

-Ni te creas que podrá detenerme, puedo con las dos -le responde Alex, nuestro egocéntrico por demás hermano mayor.

-Ayúdame -le pido a Jay quien no deja de sonreír tirando mi mano a su pecho causando un poco de dolor.

Entonces hay vamos, metiéndonos a la boca del lobo. Jay y yo nos tiramos encima de Alex quien está encima de Kate y es ella quien se lleva peor parte. En cambio yo, soy como la cereza en el pastel, encima de todos. Flexiono mis brazos hacia la parte de atrás de mi cabeza mostrando estar relajada y sonrío. Entonces Jay, mi gran amigo tiene que dañar mi momento y alzar su enorme cuerpo tirándome al suelo y en todo el lugar lo único que se escuchaba era el resonante sonido de nuestras carcajadas.

-Creo... que me rompieron unas cuantas costillas -reclama Kate con voz entrecortada.

- ¿Estás bien? -pregunta un Alex preocupado.

-Si, idiota. Y no gracias a ti -responde grosera, a lo que Jay y yo reímos- Mucho peor gracias a ustedes -dice entrecerrando sus ojos hacia nosotros y no podemos evitar reír con más ganas.

-Eres un mal perdedor -dice Jay a Alex, el causante de todo esto.

-Pues tú no podrías ganarme, así que contigo no necesitaré hacer algo así -responde desafiante.

Sin decir nada más ya se encuentran tirados en los puff de color verde frente al plasma, con las palancas de vídeo juego en mano.

Tocan la puerta y entra Antonieta con jugos de mora y nachos para todos, los deja en una bandeja en manos de Kate quien agradece muy amable.

Kate, es la menor de todos nosotros, quizá por eso es la más dulce, amable e ingenua. Apenas tiene 15, es entendible. Muy risueña y siempre feliz, su cabello negro azabache con ondas es increíble, sus ojos azules zafiro hacen una combinación precisa con sus carnosos labios rosados como sus mejillas y su piel blanca. Es de estatura mediana, pero debido a su corta edad es la más pequeña de nosotros.

Yendo de sur a norte, Alex es totalmente diferente, el sacó todo de nuestra madre, en cambio nosotras tenemos los rasgos de nuestro padre. Castaño claro, tez morena, ojos oscuros. Su cuerpo es muy trabajado debido a las horas y horas que pasa en el gimnasio, él no estudia porque está en su año de "descanso", pero prometió que el próximo irá a la universidad, conmigo.

Infiltrada [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now