Capitulo 7 (Sin Editar)

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Kendall sabía que era cierto, Gabe se pondría más sobreprotector con ella, y James podría sospechar. De algo.

- De acuerdo - acepto Kendall.

- No te preocupes. Tu hijo no nacerá en este infierno. Seremos libres para cuando venga a este mundo - le murmuro Rachel.

Kendall pensó en su hijo. No sabía nada acerca de niños, no tenía idea de cómo cuidaría a ese bebe que venía en camino.

Pero de una cosa si estaba segura. Gabe la ayudara.

Desde hacía dos meses atrás hacia sabido lo que era ser realmente amada en cuerpo y alma, desde hacía dos meses James la trataba como una reina, incluso llego a decirle que la amaba, pero Kendall solo sentía odio hacia él.

- Kendall, cielo.

James entró en su habitación y la vio llorando.

- ¿Qué paso? - le pregunto quitando a Rachel y sentándose junto a ella.

Disimuladamente Rachel tomó la prueba de embarazo y la oculto entre su ropa.

- Nada, es solo que... tengo mi periodo, me duele más de lo normal - dijo ella mientras se limpiaba las lágrimas.

- ¿Quieres que te mande a traer algo? - le pregunto con preocupación James.

Kendall le sonrió y le acaricio la mejilla. Ese había sido un consejo de Rachel, hacerle creer a James que ella lo quería de igual manera.

- Voy a estar bien - le aseguro ella.

- De acuerdo - le dijo él sonriendo - ¿Qué quieres comer hoy?

- Pollo con salsa blanca - le dijo ella de inmediato. Era la comida favorita de Rachel y Gabe. Ella no tenía nada de hambre, además, si comía lo terminaría vomitando todo.

- Perfecto, esa es mi chica - dijo él besándola en los labios -. Pediré que te lo traigan.

- ¿Podrías pedir un poco más?, le prometí a Rachel que la invitaría la próxima que me regalaras de ese pollo.

James no le agradaba mucho que Kendall se relacionara mucho con otras chicas ya que tenía miedo de que alguna la convenciera de escapar de ahí, pero Rachel era solo una prostituta que le gustaba aprovecharse de Kendall, ya que él le daba todo lo que ella le pedía

- De acuerdo - dijo James restándole importancia a Rachel.

Salió de la habitación y Kendall suspiro aliviada.

- Ese tipo me odia - se carcajeo Rachel.

- Bueno, cuento con el hecho de que tú lo odies más a él.

- Nunca dudes de eso. Te traeré un té para tu periodo - le dijo Rachel con ironía.

Quedo sola en la habitación y se acarició su plano estomago; ahí, justo ahí había un bebe creciendo. Un bebe que no tenía ni la más mínima idea de quién era el padre. Un bebe que hacía que todos sus planes cambiaran; ya no solo serían solo ella y Gabe, sino ella, Gabe y un pequeño o pequeña.

Sus miedos crecieron más al pensar en que podría pasar si no se escapaba de ese lugar; ¿qué pasaría si tenía una niña?, ¿sufriría lo mismo que ella estaba sufriendo? Y si era niño, ¿James le enseñaría a cómo manejar ese tipo de negocios?

Eso no podía pasar nunca. No lo permitiría jamás; primero muerta antes de que James se apoderara de su bebe.

El estómago se le revolvió y corrió al baño a vomitar.

- Oh por Dios...

Kendall se volteó a ver quién había hablado.

Era Carol.

Su expresión petulante la hizo enfadar. Pero no tenía tiempo para Carol y su desagradable presencia

- ¿Qué haces aquí? - le gruño Kendall. Desde el día en que ambas fueron llevadas a la orgía no se habían visto las caras.

- Tu novio número uno, James me envió para ver si nada se le ofrecía a la señorita. Creo que ya se lo que necesitas; vitaminas prenatales.

Kendall sintió un mareo de inmediato y se sostuvo de la pared para no caer al suelo.

Que Carol supiera que ella estaba embarazada no era nada bueno.

- Por favor - le pidió Kendall -, no digas nada de esto a nadie.

- ¿Quién ese el padre? - le pregunto Carol cruzándose de brazos.

- James - dijo de inmediato

- Oh, Gabe va a estar tan devastado.

- Por favor, no digas nada - le volvió a pedir con lágrimas a en los ojos

- Te odio demasiado, pero ese pobre bebe no tiene la culpa de nada. ¿Vas a querer algo? James está esperando. Sugerencia, pide alcohol, así no sospechara de nada.

- Gracias -le dijo Kendall abrazándola.

Carol se puso tensa, pero no rechazo su muestra de gratitud.

- Vete de aquí lo antes posible, si ese bebe no sale rubio y de ajos muy azules, muchas cabezas rodaran - le aconsejo Carol

Kendall sabía que Carol tenía toda la razón; si ese bebe que estaba esperando era de Gabe, James lo sabría y los mataría a todos.

Carol salió de la habitación y Kendall estaba absolutamente decidida a que su bebe nunca pasaría por ese infierno en el que ella vivía.

Primero tendrían que matarla antes de que eso ocurriera.





Este capítulo es cortito, mi imaginación daba para más, pero no supe expresarlo bien en palabras, les pido disculpas

Una Segunda OportunidadWhere stories live. Discover now