Una Segunda Oportunidad

Capítulo 6 (Sin Editar)

-Ve, ve de inmediato y dime como está ella - Gabe la sacó de la cocina a empujones.

Mamá Lucy lo tomo de la mano y no lo dejo irse.

-Ella va a estar bien- le dijo con vehemencia mamá Lucy.

-Más le vale a James que Kendall este bien porque soy capaz de matarlo en este mismo instante.

Mamá Lucy solo lo abrazo con fuerza.

Gabe tuvo que esperar varias horas para tener noticias de Kendall, pero según Rachel ella estaba mejor, respiraba con normalidad, pero al parecer tenía algunos cuadros psicóticos y le gritaba al techo y a las paredes. Incluso llego a morder a Theo cuando trato de atarla a la cama para que no se dañara a sí misma.

-Lo que yo creo es que les dieron metanfetaminas o éxtasis- le dijo Rachel.

Gabe conocía algo acerca de esas drogas, algunos clientes les gustaban estar drogados para sentir más placer, pero también sabía que eran peligrosas, podían causar la muerte.

-¿La tienen amarrada?

-Ya no, está dormida. Le he dicho a James que es mejor que por el momento este con alguien en quien ella confié, así que le sugerí que tu serias el indicado, ya que ambos se quieren como si fueran hermanos - dijo ella alzando los ojos al cielo

-Gracias Rachel. Eres una gran persona- la abrazo Gabe.

-No hay de que, Kendall me agrada mucho, es una chica muy dulce. No merece nada de lo que le han hecho.

-¿Cómo has llegado tú aquí? - le pregunto Gabe, nunca la había oído quejarse de nada, ni llorar

-Era una prostituta- le dijo ella sin ningún reparo.

Gabe no dijo nada más.

Theo llego por él a los pocos segundos. Tenía sangre en la mano, donde al parecer Kendall lo había mordido.

Cuando entró a la habitación de Kendall, James estaba ahí sentado en una silla junto a ella.

Como odiaba verlo cerca de ella, ver como se creía con el derecho de acariciarla, de besarla, de susurrarle al oído. Como si de verdad la quisiera.

Cuando James lo vio pareció un poco aliviado.

-Vendré más tarde a verla, tengo que salir- le dijo cuándo paso a la par de él.

Gabe tomó su lugar en la silla y observo a Kendall mientras esta dormía.

Era muy hermosa a pesar de lo pálida que estaba, su cabellera rubia caía salvaje sobre sus hombros, su nariz pequeña y respingona siempre le pareció divertida, sus mejillas redondas y sonrosadas eran preciosas, sus labios pequeños eran una tentación para cualquiera, incluso para él mismo.

No sabía en qué momento se enamoró de ella, pero era necesario detener aquello, no podía ocurrir nada entre ellos y menos en ese lugar, James los mataría a los dos.

Por eso mismo él decidió alejarla de él, decidió que sería lo más sano.

Pero de verdad Kendall lo lastimo cuando decidió convertirse en la amante de James por decisión propia, hacía todo lo que él le pedía y cuando lo pedía. Ella antes le reñía, le gritaba, peleaba; pero ahora parecía a gusto con él.

Ella ya había elegido. Y eligió a James.

Kendall empezó a moverse, inquieta y murmuraba cosas sin sentido.

-Shhh, Kendall estoy aquí contigo cielo.

-No, no, no, no- grito ella levantándose de repente.