- ¿Más de lo que ya haz hecho? - pregunté y tomé rápidamente su mano sonriendo involuntariamente ante el contacto.
- Gracias por amarme- dijo mientras sus mejillas se teñían.
- Nunca te lo dije , ¿Cómo es que lo sabes? -arqueé una ceja ante la sorpresa.
- Te escuché- dijo tomando una rosa negra que apareció de la nada frente a ella.
- ¿Me escuchaste? -fruncí el seño no entendía nada.
- Si, al igual que tu estoy confundida, al parecer ambos tenemos un lazo inquebrantable, no se a que se deba, pero agradezco aquel lazo, gracias por la rosa- hizo una seña con aquella rosa había aparecido ante nosotros sin lógica ni razón.
- Déjame ver si entiendo, tenemos un lazo- fruncí el seño.
- Así es- asintió.
- Aclaro el punto de la rosa pues yo... - me interrumpió.
- No me has dado nada, pero esta rosa es la que tallaste en la urna- dijo con seguridad.
- ¿Una rosa mágica? Jajajaja no me hagas reir por favor, soy un vampiro no un mago - reí un poco más
- No es una rosa mágica, no se cómo lo has logrado, pero, lo hiciste, no deberías burlarte de tu poder- al parecer esto iba en serio.
- ¿Entonces como demonios lo hice? - examiné mi situación sin llegar a la conclusión de esta, Irina pensaba mientras observaba la rosa, la admiraba y sonreía, de la nada sus sonrisa se difuminó para dejar ver una mueca llena de sorpresa. -¿Pasa algo? - Me intrigó.
- Akibel- dijo mientras sonreía.
- ¿Me dirás que tratos traes con el como para que de la nada, aparezca un estúpido demonio disfrazado de humano queriendo llevarte a no se donde para hacerte pagar alguna cuenta pendiente? - hasta ahora no sabíamos el origen de el demonio y el porqué quería a Irina, ahora lo había recordado y quería saber, estar lo más informado posible para hacer pagar a Akibel cuando lo encuentre.
- Bebiste su sangre, la sangre de un demonio, eso es- hablaba sola, se estaba volviendo loca como yo con la urna, esta locura era contagiosa no cabe duda.
- ¿Y? ¿Qué hay con eso? -
- Que al beber esa sangre, has contraído poderes- su sonrisa se ensanchó de una manera siniestra.- Akibel está perdido- comenzó a reír.
- ¿Que tipo de poderes? - pregunté intrigado, comenzaba a gustarme la idea de patear el trasero de el idiota de Akibel.
- Como poder estar aquí para empezar- fruncí el seño confundido.
- Siento mucho ser el estúpido ignorante ahora, no te entiendo- la miré extrañado.
- Estás en el más allá por ejemplo- dijo tranquilamente examinando mi reacción.
- En el maldito más allá - mi rostro era todo un poema- pensé llegar lejos, adueñarme de las mejores tierras del planeta, más nunca imaginé llegar tan... lejos- reí en voz baja.
- Pues has llegado lejos, no se si puedas acabar con Akibel pero puede que le des su merecido - sonrió con complicidad.
- ¿Entonces esto no es un sueño? -
- No, estás en un punto neutro-
- ¿Como que un punto neutro? -
- Si, es algo como estar frente a dos puertas, entre la del cielo y la del infierno, por así decirlo, esto es un portal -
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Soy un maldito, lo sé.
VampireLa historia relatada desde el punto de vista de un vampiro sádico, uno que tortura a la gente en pleno siglo XXI... nos cuenta la perspectiva que tiene respecto a la vida y nos narra su eternidad, una historia llena de violencia y sadismo que les a...
Capítulo 18
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