Epílogo

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Epílogo

Ahora

«Pero tú y yo, amor mío, estamos juntos,

juntos desde la ropa a las raíces,

juntos de otoño, de agua, de caderas,

hasta ser sólo tú, sólo yo, juntos».

Thiago dobla cuidadosamente la carta, sintiéndose más liviano, más relajado. Viejas cicatrices se cierran, aquel ciclo finalmente queda en el pasado. Suspira, sonriendo, su corazón late con fuerza cuando guarda la carta en el bolsillo de su chaqueta. No está asustado, porque sabe que todo saldrá bien.

Cuando una de las enfermeras por fin aparece proclamando su nombre, Thiago prácticamente corre hacia la habitación donde yace su esposa, sosteniendo a su pequeño niño, cuyos bracitos se balanceaba perezosamente en el aire, buscando el pecho de su madre. Bliss ríe y llora a la vez, y cuando finalmente ve a Thiago, le pide que se acerque.

Thiago sostiene a su hijo por primera vez, besa profundamente a su esposa y le dice adiós a un antiguo amor que finalmente queda en el pasado.

Mira a Bliss, después besa la frente de su pequeño hijo, su sonrisa crece y siente como un par de lágrimas se le escapan de los ojos, aferrándose a esta perfecta imagen: su familia; porque ese momento se quedará grabado en su memoria para siempre y ni siquiera con versos podría describir aquella perfecta emoción al alcanzar aquella felicidad plena que por años anhelaba.

Fin



Entre Versos y Lágrimas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora