Treinta y cinco

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Antes

En un santiamén, Celeste alzó la barbilla con un gesto obstinado, sus facciones endureciéndose mientras emociones enigmáticas relucían en sus ojos. Colocó sus manos en el rostro de Thiago, mirándolo con vehemencia.

—Te amo a ti. ¿No es eso lo más importante?

Thiago envió la cautela directo al infierno en el momento en que Celeste rozó sus labios con los suyos para después lamer su labio inferior y aferrarse a él con ímpetu. Thiago se dejó llevar, alzado a la chica en sus brazos mientras esta envolvía su cintura con sus largas y torneadas piernas, ella tirando de su rubio cabello y depositando húmedos besos en el cuello de él, originando al instante que Thiago corriese su mano hacia cada uno de sus senos, deleitándose ante aquel simple toque, dejando su piel erizada.

Dejándose llevar por la pasión y la urgencia que sentían, Thiago dejó todas sus dudas a un lado y vivió aquel presente que Celeste le brindaba. Sin embargo, ¿cuánto duraría todo aquel paraíso? ¿Cuándo desaparecería?



Entre Versos y Lágrimas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora